Aunque se logre cumplir los objetivos como parte de la lucha contra el calentamiento global, la Tierra podría cambiar de manera casi impredecible y muchas especies biológicas que la habitan desaparecerían por completo.
Según el Acuerdo climático de París de 2015, el calentamiento global no debe superar este siglo 1,5 grados centígrados en relación a los niveles preindustriales.
Sin embargo, aunque la humanidad cumpla esta tarea, es casi imposible evitar unas consecuencias catastróficas para el planeta, advierte un equipo internacional de científicos en su estudio publicado en la revista Nature.
Las fluctuaciones de las temperaturas que se produzcan antes de que se logre el nivel propuesto de 1,5 grados, podrían afectar a muchos ecosistemas y causar daños irreparables a la biosfera.
Según los científicos, las fases de exceso de temperatura provocarían la extinción de especies que posteriormente sería irreversible.
«La aplicación de las políticas que se consideren coherentes con el objetivo de 1,5 °C no eliminará completamente el riesgo de que las temperaturas mundiales sean mucho más elevadas o de que algunos extremos regionales alcancen niveles peligrosos para los ecosistemas y las sociedades en las próximas décadas», explican los investigadores.