Por el cuasi delito de homicidio de la adolescente de iniciales T.I.O.Y. de 18 años fue condenada la enfermera Karina Muñoz Arenas, del Centro de Protección Pequeño Cottolengo, organismo colaborador del Servicio Nacional de Menores (Sename). La mujer se encontraba a cargo de la enfermería de dicho centro, no brindando los cuidados adecuados para la supervivencia de la adolescente, lo que se tradujo en su fallecimiento. En este caso el Instituto Nacional de Derechos Humanos fue parte querellante.
Es así como el Juzgado de Garantía de Rancagua condenó a la enfermera, en un juicio abreviado, a la pena remitida de 60 días de prisión, más la imposibilidad de ejercer cargos públicos por cerca de un año, mientras dure la condena, dada la negligencia de la profesional que culminó con la muerte de T.I.O.Y.
Desde 2007 hasta el 15 de junio 2016, la adolescente de iniciales T.I.O.Y., estuvo bajo el cuidado del Centro de Protección Pequeño Cottolengo de Rancagua. Durante 2016, la estación de enfermería era responsabilidad de Karina Muñoz, a quien le correspondía entre sus funciones agendar las visitas de los médicos a los niños/as para sus controles de salud y gestionar la realización de los exámenes de laboratorio -los que una vez recepcionados- debían ser informados a los médicos para que estos dispusieran las medidas pertinentes.
Karina Muñoz Arenas conocía los cuidados que requería T.I.O.Y., derivados de que padecía microcefalia, parálisis cerebral, epilepsia, secuelas de Síndrome de Torch, retardo severo en el desarrollo psicomotor y bronquitis aguda. Estuvo a cargo de la adolescente entre el 31 de mayo y el 15 de junio de 2016, cuando un cuadro infeccioso que derivó en una bronconeumonía, sumado a la negligencia e imprudencia de la profesional que no informó de esto a los médicos, le quitó la vida a T.I.O.Y.
Fuente: INDH