Durante la mañana del martes 21 de agosto, la comuna de Quintero fue nuevamente afectada por un episodio de contaminación que generó serios daños de salud a sus habitantes. Fundación Terram se mantiene alerta por el reactivo actuar del Estado de Chile frente a este y otros episodios.
Una nube tóxica de gas comenzó a circular por Quintero desde, aproximadamente, las 11.30 de la mañana de este martes, perjudicando el bienestar de unos 50 estudiantes y dos profesores quienes presentaron síntomas como náuseas, vómitos y desvanecimientos, producidos por el mal olor que se respiraba en el ambiente.
Cabe destacar que episodios como este se han vivido sistemáticamente en distintas áreas de la Bahía de Puchuncaví-Quintero siendo uno de los más críticos el vivido el 2011, con la intoxicación masiva de estudiantes de la escuela de La Greda, la cual debió ser clausurada en forma definitiva debido a la presencia contaminantes. Asimismo, durante el último tiempo hemos presenciado otros eventos de contaminación -como fueron los derrames del 5 de junio y 14 de agosto, y el varamiento de carbón del viernes 3 de agosto-, los cuales respaldan la denominación de “Zonas de Sacrificio” que se le ha otorgado a estos territorios, que responden a una precaria fiscalización por parte del Estado.
“Desde hace una década que se comenzó a hablar en Chile de ‘Zonas de Sacrificio’, siendo las comunas de Quintero-Puchuncaví uno de los ejemplos paradigmáticos de esta situación de abandono”, señala Fernanda Miranda, geógrafa e investigadora de Fundación Terram.
Por su parte, Hernán Ramírez, investigador asociado de Fundación Terram y miembro de la comunidad afectada, señala: “Nunca ha habido alguna empresa sancionada, ni se ha determinado por la autoridad el origen de estas emanaciones de gas. Han sido reiteradas las situaciones de contaminación, lo cual evidencia que el sistema no otorga las condiciones necesarias para garantizar a las comunidades vivir en un medio ambiente libre de contaminación. Son derrames de petróleo, varamientos de carbón, nubes tóxicas, en general, situaciones de riesgo para la comunidad”.
“Este grave hecho, así como los otros episodios de intoxicación de niños en sus escuelas, los innumerables varamientos de carbón y derrames de hidrocarburos, nos muestran una vez más que los habitantes de estas comunas continúan sufriendo a diario la injusticia ambiental, con un Estado negligente, que transgrede sus derechos humanos al no hacerse cargo de ninguna manera de la insostenible situación ambiental en la que viven”, añade la geógrafa.
Cabe destacar que la Bahía de Quintero contiene más de 14 empresas contaminantes, de las cuales no todas tienen Resolución de Calificación Ambiental (RCA), las que deben responder a normativas de emisión y calidad del aire muy precarias comparadas con las exigidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros países del globo, como son China y Estados Unidos, problemática que ha sido abordada por Fundación Terram en el informe “Termoelectricidad a carbón y las precarias normativas de emisión y calidad del aire en Chile”.
Además, el Plan de descontaminación que existe en la zona no comprende toda la Bahía y data del año 1992. Por su parte, el nuevo plan de descontaminación elaborado para Concón, Puchuncaví y Quintero fue rechazado por la Contraloría en diciembre de 2017, debido a que en la práctica no ayudaba a descontaminar la zona.
Es así como se suceden los gobiernos y las autoridades que siguen sin tomar medidas efectivas para resguardar a la población, pese a contar con la información suficiente sobre la contaminación de la zona.