El senador independiente por Antofagasta, Alejandro Guillier no descartó hoy que parlamentarios de la llamada bancada regionalista evalúen aprobar la idea de legislar de la reforma tributaria propuesta por el Gobierno del presidente Sebastián Piñera.
En gira por La Serena, para participar en el foro «Los desafíos de la regionalización y descentralización» organizado por autoridades locales, Guillier señaló en radio Mistral que «la discusión de la reforma tributaria alertó mucho a nuestro sector. Muchos sospechan que esta es una ‘contrarreforma’ y hay algunos que quieren decir que hay que votar en bloque que nosotros pensamos que hay que estudiar primero y ver qué se rescata, porque tiene cosas positivas para las regiones extremas, un plan especial para la Araucanía que yo creo que se puede mejorar y hay algunos beneficios para la clase media. La gran aprensión que todos tenemos es que esto vaya dirigido a beneficiar a los grandes grupos económicos. Creo que efectivamente hay varios puntos donde se puede conversar».
Guillier valoró en particular la disposición mostrada por el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, en cuanto a mejorar el proyecto de ley incluyendo tributos regionales. «Estamos trabajando el fortalecimiento de las regiones de modo transversal. Somos 18 senadores desde la UDI a Revolución Democrática, pasando por el oficialismo, la DC y la centro izquierda. Buscamos transferir la toma de decisiones a los territorios, pero con recursos para poder gestionar».
En ese esquema existen temas que serán trascendentales a la hora de evaluar la propuesta del gobierno. Según Guillier, los regionalistas esperan discutir en el contexto de la reforma tributaria nuevas atribuciones para regiones. «Lo que falta es saber cómo se financiarán los gobiernos regionales. Vamos a discutir la reforma tributaria en su mérito, sin prejuicios. Proponiendo mejoras por supuesto. Lo que esta claro es que necesitamos una mejor definición de impuestos regionales, tema que no está en el proyecto del Gobierno. Resolver que los impuestos que actualmente se pagan, queden en la comuna y región donde está el emprendimiento, no donde está la casa matriz. Que no se pague todo en Las Condes, Vitacura, Lo Barnechea y un par más de comunas en Santiago. Además, hay que revisar impuestos que son ridículamente bajos, por ejemplo las patentes mineras, que son súper regaladas en Chile. Hay que terminar con la especulación, porque se inscriben patentes y no de desarrollan los emprendimientos, hay que amarrar el impuesto a la especulación y cobrar más impuestos a quien no desarrolla el territorio. También nos interesa que se priorice el capital humano de regiones y se establezcan beneficios en ese sentido».
El senador por Antofagasta agregó que «la bancada regionalista no es de un solo sector. Este no es un tema de izquierdas o derechas. Es de ciudadanía. Nuestro común denominador es que queremos descentralizar la toma de decisiones, empoderar a nuestras regiones y tener autonomía para influir en el destino de nuestra región. En todos los sectores hay gente que cree en la regionalización y gente que tiene dudas. Hay gente que cree que las regiones no tenemos capacidad de administrarnos, cree que todo tiene que dirigirlo la élite de Santiago. Pero también hay gente que está convencidisima. En la bancada regionalista tenemos cuatro grupos de trabajo con el Gobierno y hay gente de ambos lados que está colaborando».
Guillier agregó que «la descentralización, si prospera como esperamos, será la reforma institucional más importante de los últimos 200 años. Pasaremos de un Chile centralizado a un Chile unitario pero descentralizado. Qué significa eso, que la toma de decisiones ya no se dará en las ocho manzanas que rodean el palacio de la Moneda, se dará en los territorios, en cada región. Y la autoridad estará más cercana de la gente, con gobiernos regionales empoderados y con mecanismos de participación real. Esto es devolverle la democracia a la gente. Que cuando el ciudadano vote sepa que su voto tiene una consecuencia directa, no como ahora, que las decisiones están concentradas en cúpulas. Tenemos que construir una democracia muy participativa, muy ciudadana y vinculada al territorio, con más incentivo a participar».