El fútbol femenino mexicano se encontraba conmocionado el jueves por el asesinato de Marbella Ibarra, fundadora del equipo profesional Xolas de Tijuana (noroeste) y pionera de este deporte en el país, quien estaba desaparecida desde septiembre.
«Me duele mucho saber que ya no estás con nosotros, me quedo con todos los bonitos momentos que viví contigo y por todo lo que hiciste por mí, te estaré eternamente agradecida, eres la mejor amiga, la mejor tía y la mejor entrenadora!», dijo su sobrina Fabiola Ibarra, futbolista de la selección femenina de México.
El cuerpo de Ibarra fue hallado en la localidad de Rosarito (Baja California) con marcas de golpes en el rostro, cuello y piernas, envuelto en plástico y con las extremidades atadas, según el reporte forense.
Ibarra trabajó como abogada en el Ministerio Público y usó los ingresos de su salón de belleza para fundar el equipo de fútbol amateur Isamar.
En 2014 solicitó apoyo a la directiva del club Xolos de Tijuana para fundar un equipo profesional femenino del que se convirtió en entrenadora, trabajo que hacía en forma gratuita.
Según dirigentes del club, Ibarra solventó los gastos de las giras del equipo femenino por EEUU y España ya que en México no había clubes rivales.
Su respaldo fue clave para el impulso del fútbol femenino en México y la creación en 2017 de la Liga MX Femenil, en donde el Xolos debutó con otra entrenadora.
Por ese entonces, Ibarra comenzó a estudiar para lograr el título de director técnico y siguió entrenando a Isamar, con el que anhelaba llegar a la Primera División de la Liga MX Femenil.
«Quiero salir corriendo para abrazarte, mirar esos ojitos y dedicarte todo esto. También guarda un pedacito de cielo para mí. Algún día volveremos a levantar de nuevo esa copa», dijo en la red social Twitter Inglis Hernández, jugadora del Xolas de Tijuana.
Ibarra, que planeaba obtener su licencia para dirigir en primera división en el 2019, fue denunciada como desaparecida el 19 de septiembre y las desconocen hasta el momento los motivos de su asesinato.
Julio fue el mes más violento en la historia de Baja California con más de 300 homicidios, una tasa de 96 asesinatos por cada 100.000 habitantes, la peor de todo el país.
Más de siete mujeres son asesinadas cada día en México y más de 23.800 murieron en forma violenta en la última década, según recuentos de las organizaciones defensoras de derechos humanos.