Los participantes pertenecen a la agrupación de taichí que funciona al alero del Instituto Confucio de la Universidad Santo Tomás y con el apoyo de la Casa de Estudios.
Incentivar los conocimientos y conceptos básicos de la Medicina China en los adultos mayores fue el principal objetivo de una actividad realizada en dependencias de Santo Tomás Los Ángeles, y que reunió a una treintena de participantes integrantes de la agrupación de taichí que prospera al alero del Instituto Confucio de UST Los Ángeles. En la oportunidad, el profesor Shih Yung Hsueh entregó algunos conceptos sobre medicina culinaria y conocimientos que, posteriormente, pueden utilizar en casa a fin de tratarse y sanarse a través de la Digitopuntura.
Esta última deriva de la acupuntura china; es también conocida como digitopresión, una técnica de masaje milenaria cuyo origen se encuentra en la lejana China; según la medicina china, el cuerpo es parte del universo y, como tal, las personas se encuentran sometidas a las leyes y principios de la armonía y equilibrio.
La Digitopuntura es una técnica de masaje que permite estimular o desbloquear esos puntos de energía y así poder establecer nuevamente el equilibrio en el cuerpo para superar la enfermedad, existiendo dos tipos de puntos esenciales: los locales, que son aquellos donde se localiza el dolor y los gatillo, que se encuentran alejados del foco de dolor.
“El pilar de la medicina china es alcanzar el equilibrio, a través de un concepto de medicina homeopática que todo es armonioso y tratar de equilibrar la energía positiva o negativa, a través de los meridianos, de la acupuntura”, explicó el profesor.
Durante la jornada, los asistentes aprendieron cómo realizar los masajes en puntos específicos del cuerpo con el objetivo de solucionar alguna dolencia que se presente, por ejemplo, en la columna. “Este masaje puede ser utilizado en casi la mayoría de los padecimientos físicos que una persona pueda presentar como dolores cervicales, lumbares, dolores en los hombros, jaquecas, entre otros; incluso se puede tratar hasta problemas articulares”, agregó Hsueh.
TAICHI
La actividad también contempló una charla en torno a lo que es el Taichi, deporte muy relacionado con la Medicina China que ayuda a mejorar la salud de las personas a través del manejo de la energía para llegar a un equilibrio y que el cuerpo se sane.
En este contexto, el Coordinador de Taichi de la agrupación de adultos mayores, Kiyoshi Jo Montero, explicó que esta instancia se enmarcó en la culminación de una primera etapa que nació en agosto de 2017, cuando les llegó una invitación del Instituto Confucio de la Universidad Santo Tomás Los Ángeles para realizar clases de esta disciplina en la capital provincial de Biobío. “El Taichi ha demostrado que es un beneficio social de salud y bienestar para el adulto mayor y otras generaciones, en la medida en que lo practiquen y sean disciplinados”, expresó Jo.
En este contexto, fue el mismo profesor quien expresó tener algunos testimonios en los que el Taichi ha ayudado a las personas a mejorar su salud y calidad de vida. Uno de ellos es el caso de Claudia Leyton, quien padece parkinson. Si bien, continúa presentando esta enfermedad, gracias a la práctica de esta disciplina hoy presenta una movilidad sorprendente. “Entró prácticamente en silla de ruedas a nuestra asociación y en el transcurso del un año, ella puede caminar una cancha de basquetbol sola y hacer los ejercicios”, relató Jo.
Además, destacó el caso de Rosita Briseño, una mujer que padece fibromialgia y que, prácticamente, estaba postrada en cama. Sin embargo, hoy se levanta y concurre a realizar los ejercicios que tantos beneficios le han traído a su salud.
La necesidad de trabajar con adultos mayores radica en que es un grupo etario que, desde el año 2010, ha ido en aumento; en la actualidad, “somos casi tres millones y lamentablemente nos pilló el tiempo y no nos preparamos para recibir a esta masa. Entonces, el Taichi viene a tratar de generar un cambio en la mentalidad del adulto mayor para que pueda vivir una vida digna, se pueda movilizar, pueda sentirse amado e inclusivo y que, en la armonía de poder desplazarse de un lado a otro, le hace producir cambios a él y su familia”, relató el profesor de esta disciplina.
Asimismo, puntualizó que son más de 180 los grupos de adultos mayores que existen en Los Ángeles y cada uno de ellos tiene su propia realidad. “Lo que queremos ahora es llevar todas estas emociones y vivencias a las autoridades para que apoyen más las necesidades del adulto mayor”.
Carlos Brand fue uno de los adultos mayores que participó en el taller impulsado por el Instituto Confucio y Santo Tomás Los Ángeles. A sus 72 años, expresó que es la primera vez que participa en una clase como ésta.
“Participó en el grupo de Taichi, en donde también hemos abordado estos puntos, de manera muy somera, pero fue más específico; por lo tanto, quedan recuerdos para hacer estos masajes en casa. Es una experiencia que uno va adquiriendo a través de las sesiones que hemos tenido con los profesores que nos permiten solucionar en casa algunas dolencias que vamos manifestando, controlando los puntos específicos, sobre todo dolores de cintura o calambres”, relató Brand.
De igual forma, destacó que este tipo de iniciativas contemplen la participación de adultos mayores; “para nosotros, es una gran satisfacción y felicitamos a la Universidad por sus deseos de cooperar con nosotros porque realmente lo necesitamos”, finalizó.