Aunque el agua sea una de las sustancias más importantes para nuestra subsistencia, un consumo excesivo puede ser causa de serios problemas de salud.
Según publica el medio Business Insider, los médicos advierten que los riñones de un ser humano pueden filtrar normalmente entre 800 y 1.000 mililitros de agua por hora.
Cuando se bebe más agua de la que puede ser procesada, su exceso es transferido a las células, lo que se conoce como intoxicación con agua.
El problema radica en que las células tienen un balance perfecto entre agua y sodio. Cuando se bebe demasiado, este balance ya no se puede mantener.
Como consecuencia, las células de todo el cuerpo se ‘hinchan’ poniendo en riesgo, por ejemplo, la integridad del cerebro, puesto que está encerrado en el cráneo y no tiene cómo expandirse.
Por lo cual, todo empieza con dolores de cabeza, confusión y mareo que pueden llevar a un daño cerebral e incluso la muerte. Todo este proceso puede transcurrir en un lapso menor a 10 horas.
Esta intoxicación puede ser incluso más peligrosa para los deportistas que beben mucha agua, puesto que el ejercicio físico disminuye la cantidad de agua que puede ser procesada por los riñones.
El medio destaca que las personas que tienen problemas con los riñones son especialmente vulnerables a este problema y que el agua no es el único líquido que puede causar problemas. Un consumo excesivo de cerveza en poco tiempo también puede causar malestar.
Es muy fácil evitar una intoxicación de agua. Los adultos necesitan beber una media de tres o cuatro litros al día. También, ciertos expertos, aconsejan beber líquidos solo cuando uno tiene sed.