No todos los descubrimientos científicos marcan un antes y un después en cómo entendemos el mundo ni sientan precedentes para nuevas investigaciones. Sputnik te cuenta cuáles fueron los hallazgos que en 2018 cambiaron nuestra percepción.
En mayo descubrieron un nuevo órgano en el cuerpo humano: el «intersticio«, una red de canales microscópicos llenos de fluido que se extiende por todo el cuerpo.
En julio investigadores italianos anunciaron que hay un lago de agua bajo el hielo de Marte. Está en el polo sur del planeta y tiene unos 20 kilómetros de diámetro. El descubrimiento, publicado en la revista Science, sugiere que podría haber lagos subterráneos similares en otras regiones de Marte.
Las pinturas más antiguas del mundo datan de 40.000 años. En septiembre descubrieron que las pinturas rupestres en una cueva de la Isla de Borneo, en Indonesia, según informó la revista Nature.
El fragmento más antiguo conocido de la Odisea, de Homero, está en una placa de arcilla del siglo III después de Cristo encontrada en los alrededores del santuario de Olimpia, en la península del Peloponeso.
En el trozo de arcilla se conservaron 13 renglones del Canto XIV, en el que el rey de Ítaca, Ulises, se dirige al porquero Eumeo, tras su regreso a su isla natal.
Según investigaciones de la NASA, Saturno está perdiendo sus anillos a la velocidad más rápida estimada hasta ahora. La gravedad está atrayendo los anillos en forma de lluvia polvorienta de partículas de hielo bajo la influencia del campo magnético del planeta. De acuerdo con los nuevos datos, los anillos desaparecerán dentro de 100 millones de años y no 300 millones de años.
El objeto interestelar Oumuamua que llegó en octubre de 2017 a nuestro Sistema Solar es un cometa pequeño y muy brillante, según una investigación publicada en junio.
El animal más antiguo que se conoce es el dickinsonia. Vivieron hace 558 millones de años, y eran ovalados y planos, con una especie de dorsal central. Algunos medían varias decenas de centímetros de longitud y vivían en el fondo de los océanos, sin boca, intestinos ni ano.