El canciller de Brasil, Ernesto Araújo, culpó el jueves a Cuba de «mantener la dictadura de (Nicolás) Maduro» en Venezuela, y señaló que el apoyo de Caracas a La Habana «es parte del problema» y debe ser tenido en cuenta.
Brasil coincide «totalmente» con la opinión de Estados Unidos de que Cuba es una influencia negativa para la democracia en Venezuela, dijo Araújo en rueda de prensa en Washington, donde esta semana repasó la crisis política venezolana con altos funcionarios de la administración de Donald Trump.
«Estamos totalmente de acuerdo en que Cuba tiene un papel, un rol desafortunado, en mantener la dictadura de Maduro en el poder y que es parte del problema y hay que abordarlo», dijo al ser consultado sobre el tema.
«Probablemente Maduro ya no estaría en el poder si no fuera apoyado por las fuerzas cubanas en Venezuela. Así que esto es una gran parte del problema. Es muy desafortunado que Cuba esté apoyando a un régimen así», añadió.
El viernes, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, dijo en un acto en Miami, hogar del exilio anticastrista, que Maduro ha perdido el apoyo de los venezolanos, y «está comenzando a perder el apoyo de los militares», y que si sigue aferrado al poder es por la ayuda que recibe de la «Cuba comunista».
«Llegó la hora de liberar a Venezuela de Cuba», indicó, denunciando la «maligna influencia» de La Habana.
Cuba fue uno de los primeros países en prestar su «fuerte apoyo» a Maduro el 23 de enero, poco después de que Juan Guaidó, jefe del Parlamento venezolano democráticamente elegido en 2015, se autoproclamó presidente interino invocando poderes constitucionales.
Guaidó, que impulsa la realización de nuevas elecciones «libres y justas», ha sido reconocido desde entonces por unos 40 países, entre ellos Estados Unidos, Brasil y la mayoría de la Unión Europea, los cuales desconocen el nuevo mandato de Maduro, iniciado el 10 de enero, por considerar que su reelección fue fraudulenta.
La estrecha relación entre Venezuela y Cuba se inició con el fallecido líder venezolano Hugo Chávez, presidente entre 1999 y 2013, y supuso un salvavidas económico para la isla luego de un periodo de apremios económicos tras la caída de la Unión Soviética, su socio comercial.
Luego de la asunción del presidente brasileño Jair Bolsonaro a principios de enero, Araujo se reunió con el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, y ambos se comprometieron a construir una «asociación mucho más intensa» entre sus países y a luchar juntos contra «regímenes autoritarios», como los de Cuba y Venezuela.
Trump ha dicho que «todas las opciones están sobre la mesa» para «restaurar la democracia» en Venezuela, pero Araújo descartó una intervención militar.
«Brasil está convencido de que a través de medios políticos y diplomáticos realmente podemos promover una solución democrática», señaló.
Fuente: rfi