El director de cine francés, François Ozon, cuya película «Gracias a Dios» se estrena en el Festival de Cine de Berlín
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Un sacerdote francés acusado de abusos contra más de 80 jóvenes intenta postergar el estreno de una película, presentada este viernes en la Berlinale, sobre un escándalo de pederastia en la Iglesia católica francesa, que implica además a un cardenal.
El director François Ozon filmó el año pasado la cinta «Grâce à Dieu» (Gracia de Dios), que relata la creación de la asociación de víctimas «La parole libérée» (La palabra liberada) , fundada en Lyon (centro este de Francia) en 2015 por antiguos «boy scouts» que sufrieron abusos de un sacerdote pederasta, Bernard Preynat.
En total, la asociación cifró en 85 el número de víctimas del sacerdote.
Este tema es de candente actualidad en Francia ya que desde enero se celebra en Lyon un juicio al cardenal Philippe Barbarin, arzobispo de esta ciudad, y a otras cinco personas por no denunciar agresiones sexuales pedófilas. La sentencia está prevista para el 7 de marzo.
Por su lado, Preynat, imputado en enero de 2016 por agresiones sexuales, podría ser juzgado este año.
Pero uno de los abogados de este sacerdote interpuso el viernes una demanda para lograr que se postergue el estreno de la película en Francia, previsto para el 20 de febrero, hasta después de la celebración de su juicio.
Esta demanda -que amenaza el estreno de la película- se produjo además un día después de que François Ozon recibiera una notificación de una colaboradora de la diócesis de Lyon, Régine Maire, también juzgada junto al cardenal Barbarin, para que su nombre fuera retirado de la cinta.
– Película de utilidad pública –
El director François Ozon, que en la película utiliza solamente los nombres de pila de las víctimas, cita en cambio al cardenal Barbarin, al padre Preynat y a Régine Maire, cuyos nombres, según él, «estaban ya en la prensa».
Ozon asegura haber querido hacer una «película cívica», al «plantear interrogantes» que permitan «un debate» de «utilidad pública».
«He intentado ser lo más equilibrado, lo más objetivo posible» asegura Ozon,
«No es una película con buenos y malos, es algo mucho más complejo» agrega el director de 51 años, para quien «ha habido un pacto de silencio» en «toda la sociedad» sobre la pederastia.
«La palabra se libera poco a poco» afirma. Este viernes se celebra la primera reunión de una comisión encargada por el episcopado de investigar los abusos sexuales contra menores en la Iglesia católica francesa desde los años 1950.
«El cine sigue la mirada de la sociedad» dice Ozon, que entre otras películas dirigió «Swimming pool» (2003), «Frantz» (2016) y «L’Amant double» (2017).
Con «Grâce à Dieu», una «ficción basada en hechos reales», Ozon explica que no quiso «hacer una película sobre la actualidad» ni tampoco «atacar a la Iglesia».
«Mi película no se centra en un aspecto judicial, intenta hacerlo en el aspecto humano y en el sufrimiento de las víctimas» asegura a la AFP el director de cine.
«Me di cuenta de que había que contar una historia muy intensa, humana, no sobre el caso en sí (…) sino sobre las repercusiones de la liberación de la palabra para las víctimas y su entorno» asegura el cineasta, por quinta vez aspirante al Oso de Oro de la Berlinale.