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Presión para silenciar
Aquella monja reveló estos actos delictivos por primera vez en enero del 2017, aunque el cardenal George Alencherry le pidió que evitara dar aviso a la Policía y los medios para que el asunto se resolviera dentro del ámbito eclesiástico.
No obstante, algunas compañeras suyas decidieron no callarse y realizaron una protesta de varias jornadas frente al Tribunal Supremo en septiembre. Luego, la iglesia involucrada se vio obligada a reconocer estos delitos y el implicado fue arrestado, aunque quedó en libertad bajo fianza el 16 de octubre y se espera por conocer la próxima resolución de la Justicia local.
Finalmente, las monjas mantendrán sus cargos
A raíz de las manifestaciones, cuatro monjas que ayudaron a la aparente víctima recibieron órdenes para ser transferidas de sus conventos, aunque finalmente esa decisión se revirtió, informa Mirror Now News. Así, el nuevo obispo de Jalandhar les envió un correo para darles la noticia de que podrán mantener sus funciones en una iglesia de la ciudad de Kuruvilangad.
Por otro lado, la Policía del estado de Kerala afirma que a partir de este suceso están recibiendo nuevas denuncias de violaciones contra sacerdotes.