“Los archivos que hubieran podido documentar estos actos terribles e indicar el nombre de los responsables fueron destruidos o incluso no se llegaron a crear”, ha declarado el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Reinhard Marx, en la histórica cumbre en el Vaticano sobre la lucha contra la pederastia.
El influyente cardenal alemán asegura que el abuso sexual de niños y jóvenes se debe, en gran parte, al abuso de poder de la administración. También lamenta que, en lugar de castigar a los culpables, las víctimas fueron reprendidas y silenciadas.
De igual modo señala que los trámites fijados para perseguir esos delitos fueron deliberadamente ignorados, e incluso borrados o anulados. “De hecho, los derechos de las víctimas fueron pisoteados y dejados al libre albedrío de individuos”, condena el cardenal con rotundidad.
Marx ha criticado igualmente que el “secreto papal” sea presentado a menudo como una justificación por la Iglesia y solicita que se levante para casos como el de los abusos sexuales perpetrados por curas, un pedido hecho por otros prelados durante los tres días de la cumbre.
Solicitó también “disculpas” públicas tras conocerse el documento que mostró el aumento de esta cifra a 3677 víctimas entre 1946 y 2014 (en su mayoría menores de 13 años), objeto de abusos perpetrados por unos 1670 clérigos.