SANTIAGO – En las próximas semanas se comenzará a discutir en el Congreso un proyecto de ley que busca limitar productos desechables y plásticos de un solo uso.
Solo en la última década, el mundo ha producido más plástico que durante todo el siglo pasado, mientras que cada año, más de ocho millones de toneladas de este material llegan a los océanos. En Chile, la situación no es alentadora, ya que el 75% de los desechos encontrados en las playas del país, corresponden a plásticos, en su mayoría artículos pequeños que se usan una sola vez.
“En el Día Mundial de los Océanos queremos hacer un llamado a las autoridades a tomar este problema y buscar una solución ambiciosa, sensata y que pueda implementarse de forma progresiva”, señaló Javiera Calisto, Directora de la Campaña de Contaminación Marina de Oceana Chile.
De acuerdo a los resultados de la limpieza de playas organizado en 2017 por la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (DIRECTEMAR) dentro de los artículos más encontrados están los plásticos de un solo uso como contenedores de plumavit, botellas plásticas, tapas de botellas, bombillas, contenedores de alimentos y tapas plásticas.
“El problema de estos desechos es que se degradan y transforman en microplásticos, emiten gases de efecto invernadero durante todo su ciclo de vida agravando el problema del cambio climático”, afirmó Camila Ahrendt, Directora Científica de Plastic Oceans Chile. “Esto se debe a que son un contaminante persistente, es decir, no desaparecen sino que se fragmentan en pedazos cada vez más pequeños”, añadió.
Se han encontrado microplásticos en alimentos y bebidas que consumimos diariamente como agua, cerveza, sal y bebidas gaseosas, por lo cual la contaminación por plásticos puede afectar la salud humana.
Proyecto de ley
Un grupo transversal de senadores presentó en mayo un ambicioso proyecto para descontaminar los océanos de productos desechables y de plásticos a raíz de una propuesta elaborada por Oceana y Plastic Oceans Chile. “Hicimos un trabajo exhaustivo, desarrollando una línea de base sobre la situación de los plásticos en Chile, analizando las legislaciones de distintos países que han regulado los plásticos de un solo uso”, señaló Calisto.
El estudio busca limitar la generación de productos desechables y regular los plásticos, especialmente aquellos que son pequeños y que se descartan luego de unos pocos minutos de uso, los cuales por su bajo valor económico y su alto costo de recolección y clasificación, no se reciclan, por lo que no entran en lo que se conoce como “economía circular”.
La norma propuesta está dirigida a establecimientos que expenden alimentos como restaurantes, cafeterías, cocinerías y otros locales que sirvan comida preparada o bebestibles, los cuales deberán ofrecer productos reutilizables como loza, madera, vidrio o similares. En el caso de negocios que vendan alimentos para llevar, deberán entregar desechables distintos al plástico como por ejemplo, aluminio, papel, cartón o plásticos desechables certificados.
Entre los productos regulados se encuentran vasos, tazas, tazones, cubiertos, mezcladores, bombillas, platos, envases o bandejas de comida preparada y sus envases accesorios, tapas, botellas iguales o menores a 500 cc.
El proyecto de ley diferencia la entrada en vigencia entre grandes establecimientos y micro, pequeñas y medianas empresas. Respecto de los primeros, establece que en un plazo de seis meses comenzará a regir la prohibición de productos de poliestireno expandido, popularmente conocido como plumavit, mientras que al primer año, empezará la obligación de entregar a los consumidores productos de materiales reutilizables, quedando prohibida la entrega de desechables cuando el consumo se realice dentro de los establecimientos. Al segundo año, para el consumo fuera de los establecimientos, deberán entregarse desechables de materiales distintos al plástico o plásticos certificados.
En el caso de las micro, pequeñas y medianas empresas los plazos son un poco más extensos. El plumavit quedará prohibido en un año; la obligación de entregar productos reutilizables rige al segundo año, mientras que la prohibición de entregar productos desechables de materiales distintos al plástico o de plásticos que no estén certificados entrará en vigencia en tres años.