Para 2025 más de 300 millones de hombres en todo el mundo sufrirán disfunción eréctil

¿A qué se debe la disfunción eréctil, qué métodos están disponibles para combatirla y cómo son de efectivos?

En 2020 termina la era del Viagra. Será entonces cuando expirará finalmente la patente que posee el fabricante que produce el famoso medicamento. Es probable que la aparición de genéricos haga que el medicamento sea más barato.

En 1999 investigadores estadounidenses predijeron que el número de hombres con disfunción eréctil será de 322 millones para el año 2025. Así que los científicos de distintos países están preocupados por el número de nuevos casos de disfunción eréctil, incluyendo entre estos a muchos hombres jóvenes.

«Un factor de riesgo común para la disfunción eréctil es el estrés psicológico, que conduce a un estado de ánimo depresivo  y, así, a una disminución del deseo sexual en los hombres», escribe Gazeta.ru citando la investigación del urólogo Riyad Salajaldin.

A quién afecta

En un análisis reciente de una clínica ambulatoria, uno de cada cuatro hombres que buscaban ayuda médica para la disfunción eréctil tenía menos de 40 años, y casi la mitad de los hombres tenían disfunción grave.

Se les diagnostica si el problema persiste durante unos seis meses.

La disfunción eréctil suele dividirse en psicológica (o psicógena), en orgánica y en mixta. Aproximadamente el 80% de los casos conocidos se deben a problemas de carácter orgánico. Y es que la disfunción eréctil es un síntoma frecuente de muchas enfermedades físicas y mentales crónicas. En su desarrollo influyen factores de riesgo relacionados con el estilo de vida: de fumar, de consumir drogas y de abusar del alcohol.

En la mayoría de los casos, la disfunción eréctil es un síntoma de que algo no va bien con los sistemas cardiovascular, nervioso y endocrino. Muchas dolencias como la aterosclerosis o la diabetes se inician con la disfunción eréctil. Así que el riesgo de sufrirla aumenta con la edad, no por el proceso mismo de envejecimiento, sino porque con este se dan con más frecuencia este tipo de dolencias.

Según un equipo de investigadores españoles de la Universidad de Granada (España), los hombres con periodontitis —una enfermedad inflamatoria bucal— presentan un mayor riesgo de desarrollar disfunción eréctil. «Los hombres con periodontitis tienen más del doble de probabilidades de sufrir disfunción eréctil que los periodontalmente sanos», según el estudio.

Cómo luchar contra ella

Los inhibidores de la fosfodiesterasa de tipo 5 se utilizan como tratamiento conservador para relajar los músculos lisos de las arterias del pene. Lo que conduce al llenado de los cuerpos cavernosos con sangre y, por tanto, a la erección. Sin embargo, estos medicamentos no son lo suficientemente efectivos en el 20% o 40% de los casos. En estos casos, se aplica una terapia combinada con productos con testosterona.

Se sabe que hay hombres que utilizan ciertos tipos de preparados a base de productos naturales para deshacerse del temido ‘gatillazo’: desde raíces de ginseng hasta el hongo ‘cordyceps’ chino. Sin embargo, no se ha logrado probar la efectividad en la mayoría de ellos.

Otra manera de mantener a raya la disfunción eréctil es mediante el uso de inyecciones. Su objetivo es mejorar el flujo sanguíneo en los cuerpos cavernosos del pene. Se las puede inyectar el mismo paciente, pero las primeras se deben suministrar bajo la supervisión de un médico.

Aproximadamente al 60% de los hombres le ayuda utilizar a la vez bombas de vacío y anillos eréctiles, aunque estos no permiten lograr una erección completa y disminuyen la sensibilidad del miembro.

¿La forma más radical de resolver el problema? Ponerse una prótesis de pene. Al paciente al que se la implantan tiene un 100% de probabilidades de poder llevar una vida sexual normal un mes y medio o dos después de la cirugía. Pero el pene pierde de 1cm a 1,5cm de longitud. Así que si el paciente quiere, puede someterse a un alargamiento para compensar.

Desde Australia llega una nueva técnica: ejercitar los músculos del suelo pélvico. Según un estudio australiano, ayuda a tres de cada cuatro hombres. Los fisioterapeutas de la Universidad James Cook se basan en el estudio de 650 hombres que practicaron este tipo de ejercicios. El 47% dijeron sentir mejoras.

«La debilidad de los músculos del suelo pélvico puede afectar directamente a las erecciones y a la eyaculación», señalan los investigadores.

Uno de esos ejercicios consistía en interrumpir la micción, mientras que, el otro, en levantar los testículos con los músculos pélvicos. ¿La ventaja de estos ‘entrenamientos’? Que se pueden practicar en cualquier lugar.