La participación del dólar en las reservas internacionales globales disminuyó en 2018 por debajo del 62%, según un informe del Banco Central Europeo. Es el nivel más bajo registrado desde la creación de la Unión Económica y Monetaria, que tuvo lugar en 1992.
La participación del dólar en las reservas internacionales globales ha bajado más de siete puntos porcentuales desde la última crisis financiera, explica el informe del BCE, que revisa el papel internacional de las principales divisas del mundo.
Los bancos centrales y las instituciones financieras similares mantienen los dólares en forma de bonos estadounidenses.
Entre marzo y septiembre del 2018, varias economías emergentes vendieron sus reservas de divisas extranjeras —principalmente denominadas en la moneda de EEUU— por valor de 200.000 millones de dólares. Solo China vendió sus reservas de divisas extranjeras por casi 90.000 millones de dólares, mientras que Argentina y Turquía pusieron sus activos en el mercado por 30.000 millones.
Varios países necesitaron urgentemente dólares para estabilizar sus propias monedas; otros rechazaron los activos en la divisa estadounidense a causa de los conflictos que tenían con Washington. Es así como explica lo ocurrido la periodista rusa Natalia Dembínskaya.
«El objetivo de estos países es bajar su dependencia del dólar en respuesta a EEUU, que amenaza con introducir sanciones. El número de bonos estadounidenses en la cartera turca disminuyó el 11 de junio hasta niveles mínimos. Turquía colocó prácticamente todos los bonos de EEUU», informa el periódico turco Sabah.
Dembínskaya destaca que no solo los países emergentes, sino también desarrollados, incluidos los aliados tradicionales de EEUU, están abandonando los activos denominados en dólares.
«De esta manera, el Reino Unido redujo en abril sus reservas de bonos estadounidenses en 16.300 millones de dólares», escribe la periodista rusa.
China, que es el mayor titular de deuda estadounidense, vendió en marzo del 2019 bonos de EEUU por valor de 20.450 millones de dólares. El gigante asiático no había protagonizado una venta así desde octubre del 2016. Japón, que es el segundo mayor titular de deuda estadounidense, se deshizo este mes de bonos por un precio de 11.070 millones de dólares, informa Reuters.
La escalada de tensión en los mercados financieros globales puede empujar a Pekín a reducir sus reservas de bonos aún más. Sin embargo, China lo podría hacer no para vengarse de Washington, sino para defender su propia moneda si el yuan entra en caída libre, destaca Bloomberg.
«Si la cuenta de capitales de China disminuye más de lo que quiere el país asiático, las autoridades tendrán que defender el yuan. Y entonces necesitarán vender los bonos estadounidenses», explicó a la agencia estadounidense el analista Gene Tannuzzo, de Columbia Threadneedle Investments.
Rusia es uno de los vendedores más activos de bonos estadounidenses. Su Banco Central vendió títulos de deuda estadounidense por valor de casi 100.000 millones de dólares y compró activos denominados en euros y yuanes por 90.000 millones de dólares en el segundo trimestre del 2018, informa el Banco Central Europeo.
En abril del 2019, Rusia redujo sus inversiones en bonos de EEUU hasta los 12.136 billones de dólares, según los datos publicados por el Departamento de Tesoro de EEUU.
«Con una participación del 39%, el euro es ahora la principal divisa en la que Rusia tiene denominadas sus reservas internacionales. Así, la moneda europea adelanta al dólar estadounidense y al yuan, que tienen una participación del 27% y del 17%, respectivamente», dice el informe del BCE.
Paracaídas ‘dorado’
Al deshacerse de activos denominados en dólares, el Banco Central de Rusia acumula no solo euros y yuanes, sino también adquiere activamente oro.
Según los datos del Consejo Mundial del Oro (WGC, por sus siglas en inglés), el volumen de este metal precioso en el saldo de los bancos centrales creció en 651 toneladas durante un año. El Banco de Rusia adquirió más oro que los demás: 274,3 toneladas. Rusia tiene actualmente unas reservas de oro estimadas en casi 90.000 millones de dólares.
«El oro es el activo más sólido del mundo, susceptible a una mínima inflación natural y es un buen seguro contra las fluctuaciones de dólar. Es un recurso con liquidez alta, mientras que las grandes reservas de oro fortalecen la confianza de inversores hacia el rublo», destacó el periódico suizo Neue Zürcher Zeitung.
Otro gran titular de oro en el mundo es el gigante asiático. A finales de diciembre del 2018, el Banco Popular de China incrementó sus reservas de oro hasta más de 59,56 millones de onzas o 1.853 toneladas métricas. Desde octubre del 2016 y hasta aquel momento, sus reservas del metal precioso no habían cambiado, informa Bloomberg.