Chile tiene una deuda pendiente con miles de voluntarios que dedican gratis parte de su tiempo –y de su vida- a servir a otros como dirigentes vecinales. Para ellos presenté el proyecto 442 que les otorga protección ante accidentes y otros beneficios básicos en retribución al servicio que prestan. El voto fue unánime. No podía ser de otra forma.
El texto aprobado la semana pasada modifica la Ley N° 19.418 estableciendo que los dirigentes territoriales que cumplan 10 o más años continuos en directivas “tendrán derecho a ser reembolsados por los gastos realizados en el desempeño de sus actividades en el marco de programas específicos a los que son convocados por parte del Estado, así como a ser asegurados contra los riesgos de accidentes derivados directamente del ejercicio de la actividad voluntaria, con las características y por los capitales que se establezcan según corresponda”.
En 2014 junto a mi ex colega Germán Becker habíamos elaborado una iniciativa parecida que fue aprobada por la Cámara. Debía contar con el posterior patrocinio del Ejecutivo, pero el gobierno de entonces no tuvo la sensibilidad de apoyar.
Me parece éste un paso de suma justicia. No hay que olvidar que el objetivo del líder vecinal, como lo define la ley, es promover el desarrollo de la comunidad, defender sus intereses, velar por los vecinos y colaborar con la autoridad municipal y los órganos del Estado en la promoción del desarrollo. Sin embargo el dirigente no percibe incentivo, retribución o garantía por parte del Estado por los servicios que presta, aun cuando cumple un rol fundamental en la ejecución de las políticas públicas.
El Derecho Comparado demuestra que esta propuesta es viable. La Comunidad Autónoma de Andalucía por ejemplo garantiza el seguro contra accidente, enfermedad, daños y perjuicios a terceros, y el reembolso de gastos. Francia por su parte, establece que dirigentes que sufran accidentes laborales deberán ser cubiertos por un seguro voluntario que pagarán los organismos de seguridad social, el reembolso de gastos, tickets de alimentos y, eventualmente, remuneración durante determinados programas públicos a los que son convocados.
El proyecto aprobado se lo he remitido al Ministro Secretario General de la Presidencia esta semana, y tengo fe que el gobierno de Chile Vamos sí tendrá la sintonía que el anterior no tuvo para fortalecer con hechos la participación social de base.