La ‘Declaración de las necesidades básicas de las personas sordociegas’, firmada en Estocolmo en 1989, proclamó el 27 de junio como Día Internacional de la Sordoceguera, en homenaje a una mujer con una historia fascinante. Acá nuestro socio informativo Sputnik te cuenta quién fue Helen Keller.
por Socio Informativo
Agencia de Noticias Sputnik
La primera persona sorda y ciega en graduarse de una universidad fue una mujer estadounidense. En honor a ella, Helen Keller, es que desde hace tres décadas se conmemora a nivel mundial la existencia de personas con sordoceguera, una condición única que combina la deficiencia visual con la auditiva. Las mayores necesidades del individuo sordociego se concentran en dos áreas: comunicación y orientación, movilidad.
Helen Keller cerca del 1904
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la pérdida de los sentidos «puede ser leve, moderada, grave o profunda». Como es visto, el problema afecta de manera diferente a cada persona, según la edad de aparición de la sordoceguera.
En el caso de Keller, esta afección apareció cuando tan sólo tenía 19 meses. En 1882 sufrió una grave enfermedad que le provocó la pérdida total de la visión y la audición.
Cuando cumplió siete años, sus padres decidieron buscar una instructora para que la ayudara a comunicarse y fue así como el Instituto Perkins para Ciegos les envió a una joven especialista, Anne Sullivan, que se encargó de su formación y logró grandes avances. Keller aprendió a leer y escribir en Braille, y a leer los labios de las personas posando sus dedos sobre la boca, para sentir el movimiento y las vibraciones.
Sullivan compartió su vida con Keller hasta que murió, en 1936.
Después de asistir a la Escuela de Cambridge para Señoritas en 1896, Keller ingresó en el Radcliffe College y se convirtió en la primer persona ciega y sorda en obtener un título universitario en 1904.
Durante su juventud, comenzó a apoyar al socialismo y en 1905 se unió formalmente al Partido Socialista. A lo largo de toda su vida redactó múltiples artículos y más de una docena de libros, entre ellos los célebres ‘La historia de mi vida’ (1903) y ‘Luz en mi oscuridad’ (1927).
Helen Keller
También colaboró en la creación de la Fundación Americana para los Ciegos con el objetivo de ofrecer servicios a otras personas ciegas. Llegó a ser famosa, invitada por muchos países y recibió títulos de honor de diferentes universidades extranjeras.
Falleció a los 87 años mientras dormía, el 1 de junio de 1968, en su residencia en Connecticut.