El historiador estadounidense Joseph Atwill asegura que Jesucristo es nada más una creación producto de la fantasía de los antiguos romanos y un arma propagandística.
El autor del libro «El Mesías del César» afirma haber encontrado la confesión de varios romanos que aseguraron que las autoridades habían creado un «mesías» para pacificar a los judíos en Palestina.
Asimismo, agrega que para la historia de jesús no se inspiraron en una sola persona real, sino que los romanos utilizaron datos de varias figuras de la primera guerra judeo-romana (66-73 d. C.).
Según Atwill, sectas judías de la época en Palestina esperaban a un mesías guerrero y esto fue una fuente constante de insurrección durante el primer siglo.
«Cuando los romanos agotaron los medios convencionales de aplastar la rebelión, pasaron a la guerra psicológica. Supusieron que la manera de detener la expansión de la actividad misionera judía era crear un sistema de creencias para hacerle competencia», señala.
Fue entonces, revela, cuando se inventó la historia de un mesías «pacífico«. En lugar de inspirar la guerra, este mesías invitaba a dar la otra mejilla hacia el agresor y animaba a los judíos a dar al César lo que le pertenecía y pagar sus impuestos a Roma.
«La biografía de Jesús está construida, de principio a fin, sobre historias anteriores, pero especialmente sobre la biografía de un César romano, Tito Flavio«, recalca añadiendo que Jesús es «el único personaje de ficción en la literatura cuya historia de la vida entera puede ser rastreada a otras fuentes».
La secuencia de eventos y lugares del apostolado de Jesús son más o menos los mismos que la secuencia de eventos y lugares de la campaña militar del emperador Tito Flavio y «esta es una clara evidencia de un patrón construido deliberadamente», resume.