La planificación a largo plazo requiere un cambio de paradigma del modelo de desarrollo, una priorización de la territorialización y el fortalecimiento del multilateralismo con miras al cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, coincidieron los ministros y altos jefes de planificación de los países de América Latina y el Caribe reunidos en la XVI Conferencia de Ministros y Jefes de Planificación, que se celebró en Montevideo, Uruguay.
La reunión fue inaugurada por Álvaro García, Director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto del Uruguay; Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), y Mireia Villar, Coordinadora Residente de las Naciones Unidas en ese país.
A la Conferencia asistieron altas autoridades de 24 países de la región, siete de ellos del Caribe.
Durante su intervención, Álvaro García recordó que la planificación se relaciona en todos los ámbitos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y subrayó la importancia de otorgarle una mirada a largo plazo. En ese sentido, destacó los alcances de la Estrategia Nacional de Desarrollo, Uruguay 2050, presentada el martes 27 en Montevideo, que establece la bases para que ese país se encamine hacia un desarrollo sostenible.
Asimismo, valoró el apoyo que la CEPAL entrega a los países de la región. “La CEPAL es un gran faro que nos va iluminando, marcando con evidencia, con trabajo profesional, con información necesaria e imprescindible para elaborar mejores políticas públicas”, declaró.
La Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, por su parte, destacó la relevancia de la planificación para dialogar, proyectar, repensar y plantear la imagen del país y de la región que queremos.
Destacó que la Agenda 2030, el Acuerdo de París, el Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo y el Acuerdo de Escazú, entre otros instrumentos internacionales, proveen los marcos necesarios para que todos los actores del desarrollo dialoguen y pacten sobre las políticas de Estado que se requieren para que la región alcance un desarrollo con igualdad y sostenibilidad.
Alicia Bárcena subrayó la urgencia de un multilateralismo que fortalezca la democracia como respuesta compatible con la Agenda 2030 y que fortalezca la confianza en la cooperación internacional y la acción colectiva para la provisión de bienes públicos globales y regionales.
Mireia Villar, en tanto, destacó el trabajo que viene realizando Uruguay, país que a la fecha ha presentado tres revisiones nacionales voluntarias al Foro Político de Alto Nivel sobre Desarrollo Sostenible, que se celebra anualmente en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. “Es de una ayuda enorme para saber dónde está el Uruguay”, afirmó.
Posteriormente, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL realizó una conferencia inaugural en la que presentó un diagnóstico regional a nivel económico, social y ambiental y abordó el estado de la planificación para el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe.
Durante su intervención, la máxima representante del organismo regional de las Naciones Unidas recordó que la crisis de 2008 marcó un punto de inflexión en el modelo económico generando una hiperglobalización que ha derivado en una financiarización con altos riesgos; cambios en la riqueza global y crecientes desigualdades en países de ingreso medio y sociedades que no están invirtiendo en el futuro.
“Pensamos que la crisis del 2008 había pasado y que iba a mejorar la situación mundial, pero llevamos 11 años y persisten problemas de fondo. Esto ha derivado en la crisis del multilateralismo, de la migración y de la democracia”, afirmó Alicia Bárcena.
Subrayó que el mundo vive hoy un sesgo recesivo del crecimiento y del comercio, y advirtió que las desigualdades ya no son entre el centro y la periferia, sino que dentro de los mismos países.
“El crecimiento es mediocre en general en la región. 21 de los 33 países de América Latina y el Caribe han desacelerado su economía y tenemos el mayor endeudamiento de la historia, que no está resultando en mayor inversión productiva”, precisó.
Añadió que los ingresos tributarios de los países de la región se van al pago de la deuda y sus intereses, principalmente en el Caribe, donde 60% de su PIB se destina al pago del servicio de sus compromisos externos. “¡Eso es insostenible! Por eso la CEPAL ha venido planteando el alivio de la deuda para el Caribe”, señaló.
Alicia Bárcena celebró los esfuerzos de la región en la lucha contra la pobreza, pero insistió en que la desigualdad persiste: América Latina y el Caribe continúa siendo la región más desigual del mundo, donde el decil más rico concentra el 30% de los recursos, mientras que el quintil más pobre solo el 6%.
En esa línea, subrayó la importancia de priorizar la territorialización de la planificación, “porque el territorio sí importa”, dijo.
“La pobreza es 20 puntos porcentuales mayor en zonas rurales y afecta en mayor medida a niños, niñas y adolescentes. En el caso de los pueblos indígenas la pobreza es 23 puntos porcentuales mayor”, alertó.
Finalmente, llamó a implementar una mirada de la planificación para el desarrollo a largo plazo, para lo cual se requiere un cambio de paradigma.
“Debemos transitar de un estilo de desarrollo con crisis ambientales, con desigualdades, hacia un nuevo modelo, que incluya un gran impulso ambiental”, concluyó.
En el marco de la reunión, la CEPAL presentó el documento de posición “Planificación para el desarrollo territorial sostenible en América Latina y el Caribe”.