El Sínodo de Obispos de la Región Panamazónica discutió temas que afectan a los habitantes y a la Iglesia Católica en esa región, pero también instó a la entidad religiosa a denunciar crímenes cometidos contra líderes sociales e indígenas que luchan por sus tierras y defenderlos.
«Se instó a la Iglesia a denunciar las distorsiones de los modelos mineros depredadores, ilegales y violentos, y a apoyar las normas internacionales que protegen los derechos humanos, sociales y ambientales, porque el grito de dolor de la tierra depredada es el mismo que el de los pueblos que viven allí», dice un resumen de la reunión de la mañana del martes llevada a cabo en El Vaticano.
Los sacerdotes sinodales explicaron a sus pares, en una reunión de 183 curas, que «en la Amazonía, el número de mártires (…) es espantoso, tanto es así que entre los años 2003 y 2017 los indígenas que murieron por defender sus propios territorios fueron 1.119».
El Sínodo también se refirió a la degradación del medio ambiente en la región panamazónica debido a la deforestación, la venta de madera ilegal y la minería ilegal, y sugirió que se considere a los indígenas de la zona como aliados en la lucha contra el cambio climático.
«La invitación a la Iglesia a ser aliada de los movimientos sociales de base, a escuchar humilde y acogedoramente la cosmovisión amazónica, a comprender los diferentes significados, comparados con la tradición occidental, que las culturas locales dan a los símbolos rituales, surgió de muchas partes», dice el resumen publicado en la página de noticias del Vaticano.
Además de discutir los problemas que afectan a las poblaciones de la región, los sacerdotes expusieron la preocupación por la urgente necesidad de pastores religiosos en la Amazonía, por lo que reflexionaron sobre la inclusión de más laicos a la Iglesia.
«Reiterando que el celibato es un gran don del Espíritu para la Iglesia, algunos Padres sinodales pidieron que se piense en la consagración sacerdotal de algunos hombres casados, los llamados «viri probati», valorando después en el tiempo la validez o no de esta experiencia.
En la reunión de la tarde, en la que estuvo presente el papa Francisco, los integrantes del Sínodo reflexionaron sobre la vocación sacerdotal y los criterios de admisión al ministerio y sobre la promoción del diaconado indígena permanente.
«Es necesario involucrar más a los pueblos indígenas en el apostolado, comenzando por la promoción del diaconado indígena permanente y la valorización del ministerio laical, entendido como una auténtica manifestación del Espíritu Santo. También hay un llamado a una mayor participación de las mujeres en la Iglesia», dijeron los sacerdotes según el resumen.
La Asamblea Especial del Sínodo finalizará el 27 de octubre.