El presidente de Chile, Sebastián Piñera, pidió poner a disposición sus cargos a todos sus ministros y anunció su intención de levantar el estado de emergencia para sacar a los militares de las calles, luego de una masiva marcha en Santiago y de la confirmación de la muerte de 5 personas a manos de Fuerzas Armadas.
«He pedido a todos los ministros poner sus cargos a disposición para poder estructurar un nuevo gabinete para poder enfrentar estas nuevas demandas y hacernos cargos de los nuevos tiempos», dijo el mandatario en un mensaje transmitido en vivo.
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— Sebastian Piñera (@sebastianpinera) October 26, 2019
Además el presidente chileno expresó su intención de levantar el estado de emergencia y también el toque de queda en el país.
«Quiero anunciar todos mis compatriotas que si las circunstancias lo permiten, es mi intención levantar todos los estados de emergencia a partir de las 24 horas del próximo domingo», señaló.
Un día después de producirse en Santiago la que ha sido considerada como la mayor marcha en la historia de Chile, el presidente Piñera anunció que este domingo en la noche terminará con el estado de emergencia, lo que significaría que recién la madrugada del lunes 28 los militares podrán salir de las calles.
Eso si, el mandatario chileno condicionó el anuncio a «si las circunstancias lo permiten».
También, señaló que le pidió a todos sus ministros «poner su cargo a disposición para poder estructurar un nuevo gabinete», pero no especificó cuáles ni cuántas carteras serán modificadas, y además, cabe recordar que los ministros de Estado en Chile siempre están a disposición del presidente de la República.
Por último, afirmó que su intención «es iniciar la próxima semana con plena normalidad».
En el contexto de las masivas manifestaciones ciudadanas que atraviesa el país sudamericano hace una semana, este 25 de octubre se realizó la que fue bautizada como «La Marcha Más Grande De Chile», cuya amplia convocatoria fue comentada y celebrada transversalmente por todos los sectores políticos, tanto por su masividad como por lo pacífica que fue.
Tras la explosión de las manifestaciones el pasado 18 de octubre, el presidente anunció un paquete de medidas que incluyen un aumento en las pensiones de algunos grupos de jubilados; un aporte fiscal para garantizar un sueldo mínimo a algunos trabajadores, el alza de impuestos a quienes ganan más de 11.000 dólares al mes, entre otras medidas.
Sin embargo, desde la oposición política, las medidas fueron consideradas «insuficientes», asegurando que no cambian el modelo estructural del sistema, y lo mismo sucedió con la ciudadanía, que no dejó de manifestarse tras el anuncio.
Las primeras movilizaciones comenzaron el lunes 14 de octubre en Chile debido a un alza de 30 pesos (menos de un dólar) en el precio del pasaje del Metro de Santiago, donde cientos de estudiantes y trabajadores saltaban por encima de los torniquetes de pago del tren subterráneo en las llamadas «evasiones masivas».
El 19 de octubre, el presidente Piñera cedió y anunció que el pasaje no subiría de precio, pero con su anuncio las protestas no amainaron y al contrario, tomaron un cariz mucho más intenso, que incluyó incendios y destrucción de varias estaciones del Metro, y decenas de manifestaciones en diversos lugares del Chile con marchas y «cacerolazos» (salir a la calle en masa a golpear una cacerola).
El Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile (INDH) ha recibido una serie de denuncias sobre torturas, abusos de poder, golpes, y detenciones de parte de las Fuerzas Armadas en contra de civiles, y además reveló una denuncia de la existencia de un posible centro de torturas clandestino en la estación subterránea de Metro Baquedano en el centro de la capital; cuyos antecedentes ya fueron entregados a la Fiscalía para su investigación.
En total han fallecido 19 personas en el contexto de las protestas, según cifras del Gobierno, cinco de ellas provocadas por efectivos de las Fuerzas Armadas.