Un grupo de científicos de la Universidad de Agricultura y Tecnología de Tokio (TUAT) han examinado unas muestras de heces fecales porcinas y han descubierto un nuevo tipo de virus que puede desafiar la ya existente noción de lo que es un virus y lo que estos pueden hacer.
A diferencia de los organismos vivos, los virus carecen de células y esto dificulta su clasificación desde el punto de vista biológico e incluso la interrogante de si estos poseen vida o no ha dado lugar a debates en círculos científicos.
Los científicos concuerdan en que un virus no es más que un microorganismo compuesto de material genético protegido por un envoltorio proteico, que causa diversas enfermedades introduciéndose como parásito en una célula para reproducirse en ella.
Pero un equipo de la universidad TUAT se atrevió a refutar esta interpretación.
«El virus recombinante que encontramos no posee proteínas estructurales. Esto quiere decir que dicho virus recombinante no puede crear una partícula viral», afirma Tetsuya Mizutani que encabezó la investigación.
El equipo halló un extraño virus en muestras de heces fecales porcinas, es un tipo de enterovirus G (EV-G) perteneciente a la familia de los Picornaviridae.
Otros tipos de (EV-G) han sido previamente identificados por los científicos, pero en esta nueva investigación, el equipo de la TUAT ha descubierto una nueva variante defectiva con genes flanqueantes en lugar de las proteínas estructurales que usualmente presentan los virus (EV-G).
De acuerdo con el equipo científico, este nuevo hallazgo llamado EV-G tipo 2 no sería capaz de invadir por sí mismo una célula huésped. Entonces, ¿cómo se propaga?
El equipo sugiere que el recombinante defectivo EV-G tipo 2 podría propagarse con ayuda de proteínas estructurales cedidas por un virus auxiliar.
Las posibles evidencias que respaldan esta hipótesis también fueron encontradas en las heces fecales porcinas analizadas, en las cuales se detectaron similares cantidades de genomas recombinantes tipo 1 y 2.
«Debido a que el recombinante EV-G tipo 1 fue detectado en las mismas muestras de heces fecales en las que se hallaba el nuevo recombinante EV-G tipo 2, el recombinante EV-G tipo 1 pudo haber servido de virus auxiliar», explicaron los investigadores.
Si es así, ¿cómo ocurre ese proceso? Y si no, de que otra manera se propaga el EV-G tipo 2, dado que es incapaz de infectar las células por sí solo.
«Solo las investigaciones continuas darán respuesta a estas incógnitas, pero los descubrimientos podrían desafiar nuestro entendimiento sobre los virus en general», especificaron los científicos.
«Podríamos estar enfrentando un nuevo sistema de la evolución viral«, afirmó Mizutani.