LA PAZ – El movimiento cívico opositor de Bolivia acumula fuerzas para realizar una gran manifestación en esta ciudad, en una suerte de ofensiva final para pedir la renuncia del presidente Evo Morales, según dijeron activistas y dirigentes cívicos.
por Socio Informativo – Agencia de Noticias Sputnik
«Hemos acordado que la carta de renuncia que exigimos que Morales firme será llevada el lunes [11 de noviembre] al Palacio, no por una persona sino por el conjunto de organizaciones movilizadas, en una gran marcha hasta el Palacio de Gobierno», dijo a reporteros el rector de la universidad pública de La Paz, Waldo Albarracín.
La marcha del próximo 11 de noviembre abrirá la cuarta semana de las protestas iniciadas tras las elecciones del 20 de octubre, ganadas por Morales y denunciadas por la oposición como fraudulentas.
El Gobierno de Morales, enfrentado a la peor crisis política en sus casi 14 años de gestión, denunció un golpe de Estado que pretendería poner fin a los avances económicos, políticos y sociales del «proceso de cambio», para reimponer «un modelo neoliberal sometido al Fondo Monetario internacional».
Morales, en varios discursos en los últimos días, ha restado importancia a la carta de renuncia que le redactaron los activistas cívicos y sostuvo este 8 de noviembre que «el racismo y la violencia» estarían alimentando las protestas.
Por su parte, Albarracín, presidente del Comité de Defensa de la Democracia que integran varios ciudadanos notables y uno de los opositores más radicales, dijo que el frente antigubernamental ha acordado convertir la entrega de la carta de renuncia a Morales en un acto masivo.
Aseguró que esto no era un desconocimiento sino un respaldo al presidente del Comité Cívico de Santa Cruz (este), Luis Fernando Camacho, quien lanzó la iniciativa de llevar a Morales esa carta, para que la firme, y arribó con ese motivo el 6 de noviembre a La Paz convertido de hecho en líder nacional de las protestas.
Horas antes, el líder cruceño había asistido a una concentración de centenares de productores de coca opositores a Morales, ante quienes lanzó arengas políticas opositoras mezcladas con los llamados a una «lucha espiritual» que caracterizaban a sus discursos en su ciudad de origen.
Albarracín informó que delegaciones de universitarios y de comités cívicos de varias ciudades comenzaron a llegar a La Paz para sumarse a los bloqueos de calles y manifestaciones contra Morales.
Las últimas manifestaciones en la capital política boliviana concluyeron en la noche del 7 de noviembre, por tercera jornada consecutiva, en violentos enfrentamientos de universitarios y otros activistas que pretendían llegar al Palacio de Gobierno con mineros y campesinos que custodiaban el lugar.
🇧🇴📷📎 El Alto es uno de los territorios donde hay un mayor apoyo a Evo Morales, y una fuerte organización popular@evoespueblo
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) November 6, 2019
La policía intervino en apoyo a los grupos que defendían la sede presidencial y demoró varias horas en dispersar a los manifestantes.
El escenario podría replicarse el 11 de noviembre, porque la oficialista Coordinadora Nacional por el Cambio convocó a sindicatos y organizaciones vecinales a concentrarse en defensa de Morales y de las dos sedes: el antiguo Palacio de Gobierno del siglo XIX y la moderna Casa Grande del Pueblo estrenada el año pasado.
Medios y redes sociales divulgaron este viernes 8 de noviembre imágenes de la partida de decenas de ómnibus con manifestantes desde por los menos tres ciudades rumbo a La Paz, con gastos pagados inicialmente por las universidades públicas, según dijeron sus respectivos rectores.
Entretanto, la Organización de Estados Americanos realiza una auditoría convenida con el Gobierno para confirmar o desmentir un fraude en las recientes elecciones, aunque la oposición ha retirado su apoyo inicial a esa investigación.