Según se desprende del Acuerdo Por la Paz Social y la Nueva Constitución suscrito por el presidente Sebastián Piñera y los dirigentes de partidos políticos.
«Se impulsará un Plebiscito en el mes de abril de 2020 que resuelva dos preguntas:
- a) ¿Quiere usted una nueva Constitución. Apruebo o Rechazo;
- b) ¿Qué tipo de órgano debiera redactar la nueva Constitución? Convención Mixta Constitucional o Convención Constitucional».
El presidente del Senado, Jaime Quintana, quien hizo lectura del documento suscrito por todas las fuerzas políticas salvo el Partido Comunista (PC), señaló que el objetivo es » ponernos a la vanguardia de un verdadero contrato social con Constitución 100% democrática».
La participación ciudadana, según él, será clave del acuerdo.
Los firmantes reiteran su total respeto de los derechos humanos y la institucionalidad democrática vigentes, así como su compromiso con el restablecimiento de la paz y el orden público en Chile, y señalan que el acuerdo busca dar una salida institucional a la grave crisis política y social por la que atraviesa el país.
Si se decide que la redacción de la nueva Carta Magna incumbe a la Convención Mixta Constitucional, esta será integrada en partes iguales por miembros electos a tales efectos y parlamentarios en ejercicio. En el caso de la Convención Constitucional, todos los integrantes serían electos. La elección de los miembros de ambos organismos se llevará a cabo en octubre de 2020.
Después de que el órganos constituyente, haya redactado la nueva Ley Fundamental, esta se someterá a un plebiscito ratificatorio mediante sufragio universal obligatorio.
Uno de los principales periódicos de Chile, El Mercurio, calificó de «histórico» el acuerdo logrado tras dos jornadas de negociaciones.
La Constitución Política chilena en vigor fue aprobada en 1980, durante la dictadura militar del general Augusto Pinochet, entró en vigor con carácter transitorio en 1981 y, en forma plena, en 1990. Desde entonces fue modificada en más de una ocasión, la última en 2018.
Las movilizaciones comenzaron a mediados de octubre pasado después de que el Gobierno de Sebastián Piñera subiera el precio del pasaje del Metro de Santiago.
Aunque el alza fue anulada días más tarde, las protestas no amainaron abarcando otros reclamos sociales con un cariz mucho más intenso, que incluyó incendios y destrucción de varias estaciones del Metro.
También se celebraron decenas de concentraciones, marchas y cacerolazos en otros lugares del Chile.
Hasta el momento han muerto 25 personas durante las protestas, cinco de ellas a manos de las Fuerzas Armadas y la Policía.