El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, apostó sus fichas por Juan Guaidó, autoproclamado presidente interino de Venezuela, para derrocar a Nicolás Maduro, actual presidente del país. Pero el fracaso de la maniobra hace que los asistentes del mandatario estadounidense consideren estrategias más agresivas.
por Socio Informativo
Agencia de Noticias Sputnik
El vicepresidente de EEUU, Mike Pence, llevó a cabo una reunión a principios de diciembre con los altos funcionarios de la Administración Trump para reexaminar la estrategia adoptada por EEUU hace cerca de un año para intentar provocar un cambio de poder en Venezuela, afirmaron cuatro fuentes consultadas por Bloomberg.
«Juan Guaidó, el líder de la Asamblea Nacional que se declaró presidente interino de Venezuela con el respaldo de Estados Unidos a principios de este año, hasta ahora no ha logrado expulsar a Maduro y los funcionarios estadounidenses ahora están preocupados de que pronto pueda perder su puesto oficial», detalló el medio.
Un funcionario de la Administración Trump, que pidió no ser identificado, afirmó a Bloomberg que «Estados Unidos se mantiene firmemente con Guaidó», pero dijo también que Estados Unidos continúa revisando todas las opciones para avanzar en lo que califica de campaña de «máxima presión» contra el Gobierno de Maduro.
Bloomberg asegura que EEUU no considera una intervención militar para alcanzar su objetivo en Venezuela. Pero agrega que los altos funcionarios del país norteamericano sí discuten nuevas estrategias para intentar sacar a Maduro de la Presidencia. Una opción considerada es intentar aliarse con Rusia, país que apoya el actual presidente, para así lograr convencer a Maduro de dejar el poder. Otra posibilidad discutida es aumentar la presión sobre Cuba, el principal «patrocinador» del mandatario.
En la reunión de Pence, también se discutió —y luego se rechazó— la idea de tomar medidas enérgicas contra las importaciones de petróleo venezolano por parte de la India, un importante «salvavidas financiero» para el Gobierno de Maduro.
Bloomberg pone de relieve que «las discusiones ilustran el dilema de Trump en Venezuela, donde comenzó una agresiva campaña para derrocar a Maduro a fines de 2018 bajo la dirección de su entonces asesor de seguridad nacional, John Bolton». Sin embargo, el líder estadounidense está «frustrado» porque Maduro no fue derrocado rápidamente, como creía Trump que pasaría y como lo anunció Bolton.
El presidente de EEUU también es consciente de las ramificaciones políticas internas que tiene la cuestión de Venezuela, según las fuentes, ya que los expatriados venezolanos son un electorado importante en Florida, estado central para Trump en su campaña de reelección.