Lamentablemente a veces circulan paltas contaminadas que pueden llegar a nuestras manos. Sin embargo, con un simple paso previo al consumo podrás asegurarte de no enfermarte. Porque no cuesta nada ser precavido, La Razón te explica qué tienes que hacer.
En marzo de 2019 una compañía que comercializa paltas en California (Estados Unidos) tuvo que retirar la fruta del mercado porque detectaron que posiblemente estuvieran contaminados con listeria o salmonella.
La listeria monocytogenes es una bacteria que causa graves infecciones que pueden ser mortales en niños pequeños, personas que se encuentren en un estado débil o que tengan una edad avanzada. Aunque las personas sanas pueden sufrir sólo síntomas como fiebre alta, dolor de cabeza severo, náuseas, dolor abdominal y diarrea, la infección por listeria les puede generar abortos espontáneos y partos de mortinatos entre las mujeres embarazadas.
Así que si sabes que una palta está contaminada, mejor desecharla en la basura. Sin embargo, si no sabes si está contaminada o no, con este sencillo paso podrás asegurarte de no contagiarte: sólo lo tienes que lavar.
La bacteria de listeria generalmente está en la cáscara de la palta, así que si la lavas bien antes de cortarla (por más que sólo comas la pulpa), podrás no sólo prevenir de agarrar listeriosis, sino también salmonella.
Cómo lavar la palta:
- Lavarse las manos con jabón y agua tibia.
- Limpiar la palta con un cepillo para hortalizas y jabón neutro para hortalizas, bajo un chorro de agua.
- Secarla con un trapo limpio.
- Cortarla.
- ¡Disfrutar de la pulpa!