Las comunidades indígenas canadienses son reprimidas violentamente por la Policía nacional por impedir la construcción de un gasoducto que invade sus tierras ancestrales.
por Socio Informativo
Agencia de Noticias Sputnik
Varios grupos indígenas originarios protestan contra la construcción del gasoducto Coastal GasLink de 670 km que cruzaría el territorio del pueblo ancestral Wet’suwet’en, ubicado en el norte de Columbia Británica.
La policía canadiense estaba lista para disparar y masacrar a los indígenas que bloqueaban la construcción del gasoducto, según documentos de estrategia militarizada a los que tuvo acceso el diario británico The Guardian.
En esos documentos las fuerzas del orden argumentaban que se requería el despliegue de francotiradores para detener las movilizaciones indígenas y «esterilizar el sitio». Además, los comandantes canadienses instruyeron a los oficiales a «usar tanta violencia como quieran» durante la operación que tenía por objetivo tomar el control de las tierras que estaban bloqueadas y protegidas pacíficamente por los indígenas desde diciembre del 2018.
El 7 de enero, se publicó un vídeo donde los oficiales canadienses vestidos con uniforme militar y armados con rifles de asalto, descendieron al puesto de control y arrestaron a 14 personas.
The moment RCMP came over the gates and started making arrests to enforce the Coastal GasLink injunction. pic.twitter.com/n6Cy1RLUu4
— ChantelleBellrichard (@pieglue) January 8, 2019
Según el Gobierno canadiense esta zona habitada por el pueblo Wet’suwet’en está ubicada fuera de las reservas nacionales de los territorios ancestrales indígenas. Además, consideran que la construcción del gasoducto en esa zona no debería tener ningún obstáculo porque un tribunal provincial otorgó a TransCanada, empresa que construye el gasoducto, una orden judicial para darles acceso al sitio de construcción el 14 de diciembre de 2018.
Desde entonces el pueblo Wet’suwet’en, compuesto por cinco clanes, argumenta que nunca firmó ningún documento para ceder sus tierras al Gobierno de Canadá, y por esta razón ellos tienen el derecho para defender y controlar esta zona.