A los 99 años falleció la destacada escritora, dramaturga y académica chilena Mónica Echeverría. Se destacó en el género de la novela y las biografías. En este último género, predominan textos donde relató parte de la vida de Miguel Krassnoff y del sindicalista Clotario Blest.
Mónica Echeverría nació en Santiago un 2 de septiembre de 1920, además de todo su trabajo profesional se le recuerda como activista y una de las más destacadas figuras del feminismo y la cultura nacional.
En 1944 contrajo matrimonio con el arquitecto y político Fernando Castillo Velasco, con quien tuvo cuatro hijos.
Desde la década de 1940, ejerció la docencia durante veintidós años de su vida, actividad que complementaría con el desarrollo de su vocación por el teatro, donde participó como actriz, directora y autora de diferentes obras y espectáculos infantiles, de la compañía de teatro Ictus, a partir de 1955, donde también fue fundadora de la compañía.
Cuando el gobierno de Salvador Allende fue derrocado por la dictadura militar, ella y su esposo aceptan la invitación de la Universidad de Cambridge para unirse a su planta docente, viviendo en el exilio hasta el año 1978.
Para Catalina Valenzuela, presidenta del partido humanista,” Mónica es un ejemplo y una inspiración, una mujer maravillosa, una gigante en una menuda figura, que merece todo nuestros homenajes ojalá podamos rescatar sus acciones y promover sus trabajos para que todas las nuevas generaciones la conozcan”.
La vida de Mónica Echeverría estuvo llena de hecho destacables, entre ellos, se le recuerda como una de las fundadoras del Centro Cultural Estación Mapocho.
Como narradora publicó su primer libro, Antihistoria de un luchador, en 1993, pero lo había comenzado mucho antes. 8 años se demoró en terminar la biografía de 500 páginas sobre el sindicalista Clotario Blest. A esta obra le siguieron en su mayoría novelas basadas en personajes reales, como Violeta Parra o el dictador Augusto Pinochet.