Aunque no lo recordemos, todas las noches soñamos y el sueño tiene una función reparadora en nuestro organismo. Pero no todos los sueños son positivos, también están los que nos generan miedo y nos despiertan en el medio de la noche: las pesadillas. En La Razón te contamos qué son, quiénes las sufren y qué dicen sobre nuestra salud mental.
El neurofisiólogo y psicólogo clínico español Rafael Téllez definió a las pesadillas como un tipo de sueño «cargado de ansiedad» y contó que suelen ocurrir en períodos de mayor preocupación y estrés.
«Cuando una persona ha tenido un día de mucha tensión es más probable que por la noche tenga pesadillas. Y cuanto atraviesa una época de mayor ansiedad estos sueños suelen durar varias semanas», indicó el responsable de la Unidad del Sueño de la Clínica IMQ Virgen Blanca en España.
Los niños suelen tener más pesadillas que los adultos: un 25% afirmó haberlas tenido en los últimos tres meses, contra un 4% de los mayores, según estudios de la Academia Americana de Medicina del Sueño.
Según el especialista español, otros factores que pueden incrementar las posibilidades de tener pesadillas son las enfermedades psiquiátricas y neurológicas, el consumo de alcohol la noche anterior y el irse a dormir sin haber hecho la digestión.
Pero no todo es negativo sobre este tipo de sueños producidos en la fase REM. Según la Asociación Estadounidense del Sueño, ayudan al cerebro a procesar las experiencias intensas vividas durante el día a y lidiar mejor con las situaciones problemáticas de la vida.
Además, un estudio del Centro de Investigación Avanzada en Medicina del Sueño de Montreal, aseguró que las personas que tienen más pesadillas son las que «se salen del molde», es decir, las más creativas.
«Las personas que crean nuevos pensamientos, ideas y proyectos que durante el día se pueden manifestar en el desarrollo artístico, por la noche pueden tener más sueños y pesadillas», concluyó.