Irán prometió vengar la muerte de Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds que forma parte de la Guardia Revolucionaria de Irán y uno de los líderes militares más destacados de Irán, que murió en un ataque estadounidense el 3 de enero en Irak.
por Socio Informativo
Agencia de Noticias Sputnik
El país persa lanzó ataques a dos bases estadounidenses en Irak en respuesta al asesinato de Soleimani, y los calificó como «una bofetada en la cara» de EEUU.
Sin embargo, el presidente estadounidense, Donald Trump, se apresuró a descartar la importancia de la represalia iraní asegurando que todo está bien.
No hubo sorpresa
El ataque de Irán no ha tomado a nadie por sorpresa, opinó Yossi Mansharoff, experto en Irán y en milicia chiíta del Instituto de Estrategia y Seguridad de Jerusalén (JISS) y del Centro Ezri de la Universidad de Haifa.
«Irán no es lo suficientemente poderoso para enfrentar el Ejército estadounidense y por eso lanza sus misiles hacia las bases estadounidenses», indicó.
Al mismo tiempo, Irán no está interesado en una guerra a gran escala con Estados Unidos, opinó Yoni Ben-Menachem, un analista de alto nivel de Oriente Medio.
En su opinión, Teherán quiere agotar a EEUU, lo que eventualmente llevará a su retirada de Irak, donde Washington ha desplegado a unos 5.000 militares.
Objetivo principal: expulsar a EEUU de Irak
Cuando el personal militar estadounidense regrese en ataúdes, Trump no tendrá más remedio que retirarse de Irak, señaló el experto.
«Irán planea crear una unidad de todas sus milicias chiítas con base en Oriente Medio cuyo objetivo será dañar los objetivos norteamericanos en la región», afirmó.
Precisó que se puede esperar todo tipo de ataques a las posiciones de EEUU en Oriente Medio.
«Eso significa que podemos ser testigos de emboscadas a vehículos militares estadounidenses, asaltos a sus embajadas y bases e incluso ataques suicidas, todo ello en nombre de venganza por la muerte de Soleimani», detalló.
Sin embargo, la retirada estadounidense no sucederá rápidamente, principalmente porque tal gesto podría ser interpretado por los iraníes como una debilidad, señaló.
Anteriormente Trump había declarado que no tenía intención de retirar sus fuerzas y advirtió a Irak que alberga personal militar estadounidense, que se enfrentaría a duras sanciones si sigue los órdenes de Irán.
«Sin embargo, en el futuro esta política podría cambiar y Trump podría querer desplegar sus fuerzas de manera diferente en la región para minimizar los posibles asaltos», afirmó Ben-Menachem.
En este caso, el lugar de las tropas estadounidenses lo ocuparán las milicias iraníes, advirtió el experto. Estas no solo amenazarán la seguridad de los Estados del Golfo, sino que también usarán el suelo de Irak para transferir las armas a sus aliados en Siria y a Hizbulá en el Líbano, alertó.
Israel considera a Hizbulá como una amenaza a la seguridad del Estado judío, ya que la milicia chiíta se jacta de tener unos 50.000 militantes y unos 150.000 cohetes, muchos de los cuales son de largo alcance, lo que significa que podrían alcanzar cualquier objetivo en Israel.
Mientras tanto, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán supuestamente advirtió que en el caso de una represalia norteamericana al ataque iraní, Teherán involucrará a Hizbulá, que tendrá como objetivo a Israel.