Los medios árabes especulan con que Irán podía haber acordado con EEUU la hora del ataque a sus bases en Irak y, por lo tanto, los militares estadounidenses lograron ponerse a salvo. Según los periodistas, Irán tenía que responder de alguna manera al asesinato del general Soleimani para reducir el grado de ira pública.
por Socio Informativo
Agencia de Noticias Sputnik
Según el experto iraquí en la lucha contra grupos terroristas y en inteligencia, el general Majed Qaisi, el ataque iraní a las bases estadounidenses en Irak fue una respuesta directa y adecuada al asesinato del general iraní Qasem Soleimani en un ataque de EEUU.
«El ataque a los estadounidenses se llevó a cabo en Irak, porque el general iraní también había sido asesinado en Irak. No tenemos ninguna razón para afirmar que Washington y Teherán acordaran de antemano una hora para el ataque a las bases en Irak», dijo a la agencia.
El analista observó que Irán interpretó el asesinato de Soleimani como una agresión directa que requiere una respuesta recíproca.
«El hecho de que los estadounidenses estén ahora subestimando la importancia del ataque iraní y el daño causado, significa que no responderán a la Operación Ain Asad en este momento».
Una opinión contraria la expresó el político iraquí Abdel Qader Jamili. Para él, «es obvio que la operación de misiles fue coordinada por ambas partes«.
Según el experto iraquí en la lucha contra grupos terroristas y en inteligencia, el general Majed Qaisi, el ataque iraní a las bases estadounidenses en Irak fue una respuesta directa y adecuada al asesinato del general iraní Qasem Soleimani en un ataque de EEUU.
«El ataque a los estadounidenses se llevó a cabo en Irak, porque el general iraní también había sido asesinado en Irak. No tenemos ninguna razón para afirmar que Washington y Teherán acordaran de antemano una hora para el ataque a las bases en Irak», dijo a la agencia.
Irán bombardeó instalaciones militares usadas por EEUU el 8 de enero en Irak, incluidas la base de Ain al Asad en la provincia de Al Anbar (oeste) y otra en Erbil (norte), en represalia por el asesinato del general iraní Qasem Soleimani, en una operación especial norteamericana.
Según Washington, ninguno de los ciudadanos estadounidenses resultó herido en el ataque, que solo provocó daños materiales.