El papa emérito Benedicto XVI expresó su apoyo al celibato —o la abstinencia sexual— entre los clérigos, mientras que su sucesor, el papa Francisco, quiere suavizar la prohibición de que hombres casados sirvan a la Iglesia.
«¡No puedo quedarme callado! No puedo, no puedo quedarme callado o fingir ignorancia. Hacemos esto en un espíritu de amor por la unidad de la Iglesia», expresó Benedicto en su nuevo libro conjunto con el cardenal Robert Sarah, titulado De profondeurs de nos coeurs (De las profundidades de nuestros corazones).
C’est une joie, un magnifique honneur, d’annoncer ce soir comme éditeur la publication d’un livre du Pape Benoît XVI avec le Cardinal Robert Sarah. Des profondeurs de nos cœurs est un ouvrage rare qui fera date. Il sera dans les librairies françaises le 15 janvier prochain. pic.twitter.com/UQOC47U56a
— Nicolas Diat (@ndiat1) January 12, 2020
En el texto, el antiguo pontífice —que renunció en 2013— afirmó que el celibato «tiene un gran significado y es verdaderamente esencial», además, «protege el misterio» de la Iglesia católica.
En octubre pasado, la Asamblea Especial para la Región Panamazónica dio luz verde a un documento, según el cual se pueden ordenar sacerdotes a hombres casados «para sostener la vida de la comunidad cristiana mediante la predicación de la palabra y la celebración de los Sacramentos en las zonas más remotas de la región amazónica». Sin embargo, solo queda por suponer si la reforma se extiende a las iglesias católicas de todo el mundo.