BOGOTÁ (SOCIO INFORMATIVO SPUTNIK) – Sectores de izquierda y de la oposición colombiana respaldaron el desarme del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) de la Policía, luego de que la Procuraduría General pidió a esa fuerza la suspensión de escopetas calibre 12 debido a las lesiones que ese tipo de armas causaron en las protestas civiles de noviembre.
«[Es] una medida que debió haberse tomado hace años. Dilan estaría vivo y 17 muchachos no estarían hoy sin un ojo», escribió a través de Twitter Gustavo Bolívar, senador por el partido de izquierda Colombia Humana.
Videos que circulan en redes sociales muestran cómo un capitán del ESMAD disparó desde varios metros hacia un grupo de manifestantes, luego de lo cual el joven cayó ensangrentado y sin sentido y debió recibir maniobras de reanimación; sin embargo, falleció en la noche del 25 de noviembre.
La medida de la Procuraduría «debe ser el génesis para su desmonte y la necesidad de una nueva doctrina militar», dijo este 15 de enero, por su parte, el máximo líder del partido de izquierda Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), Rodrigo Londoño, alias Timochenko.
«En un Estado social de derecho debe primar el legítimo derecho a la movilización social, la respuesta a las garantías para una vida digna y de justicia social que claman las mayorías no puede ser militar», agregó el exguerrillero.
Mientras, Victoria Sandino, también integrante de FARC, consideró que si bien la suspensión de la escopeta calibre 12 es «un avance», lo que debe seguir es «el desmonte» del ESMAD, ya que, a su juicio, está «demostrado que sin ESMAD no hay disturbios».
El martes, la Procuraduría informó en un comunicado que solicitó al director de la Policía Nacional, el general Óscar Atehortúa, «suspender de manera inmediata» el uso de la escopeta calibre 12.
La Procuraduría justificó su decisión en la «falta de capacitación a los miembros de la unidad sobre el manejo de esa arma» y consideró que la misma «representa un serio peligro para la comunidad», para lo cual señaló casos no sólo en Colombia, sino también en las recientes protestas en Chile.