Tras el estallido social, el edil de la «Nueva Ciudad», apuesta por cambios radicales para dar respuesta a la comunidad.
GRANEROS – La máxima autoridad comunal de Graneros, Claudio Segovia, siempre ha sido un político opinante en todas la materias que atañen a la ciudadanía. Pensante y muchas veces distante de los partidos, logró conservar su independencia y mira con desagrado y preocupación el actual momento que vive el país. Señala con firmeza que, «desde el regreso a la democracia, al cabo de un tiempo, los gobiernos de la concertación actuaban como los de derecha y los de derecha trataban siempre de proteger los intereses de la elite. Esto de un momento a otro se institucionalizó y los parlamentarios se transformaron en agentes de las grandes empresas».
En la misma senda, el alcalde, remarca que no se ha visto, «un llamado al gran acuerdo nacional. No existen ganas, hay desidia y de verdad que eso no logro entenderlo. Se necesitan voluntades políticas. Veo que existen más fuerzas por hacer una buena cuña populista para la prensa, que alternativas de solución a la agenda social».
¿Cómo fue el efecto de la protestas en los vecinos de Graneros?
Fue como una olla a presión que hizo explotar la tapa. Nunca en mi vida había visto tanta gente marchando de manera pacífica, que más allá de las diferencias, entendían que la clase política no había cumplido con las expectativas. Fue una manifestación franca y sin líderes visibles, que surge como respuesta a las miles de injusticias que yo mismo venía señalando hace tiempo en mis discursos, como la venta del agua, la luz, el alza desmedido de las bencinas, etc.
¿La clase política ha estado a la altura de las circunstancias?
El estallido social movió las fuerzas políticas solo por un instante. Por ejemplo, el parlamento en solo un par de días modificó las alzas del metro, en circunstancias que eso era imposible antes del 18 de octubre. O sea se podía y no querían?. En el verano solo tomaron un mes de vacaciones, algunos propusieron rebajar sus dietas, entonces la pregunta que nos hacemos todos, ¿por qué esas señales no hicieron antes?.
Pero aún así y con esos mínimos avances, la gente ha regresado a la calles, ¿por qué?
El pueblo se sigue manifestando porque las urgencias no han sido resueltas. Los únicos que nuevamente han ganado, son los mismos empresarios de siempre, que encontraron la excusa perfecta para bajar sueldos y despedir trabajadores. Continúan los problemas en la salud, los abuelos siguen obteniendo una miseria de pensión y la vida todos los días se encarece. La bencina esta semana otra vez subió y para qué hablar de los peajes y medicamentos.
Si estuviera en sus manos, ¿qué acción propondría para lograr destrabar el conflicto?
Soy partidario de invitar a todas las autoridades que ostentamos un cargo de elección popular, ponerlo a disposición del pueblo para que se convoque a elecciones libres y anticipadas. Es más, inicialmente creí que ese sería el inicio del cambio a nivel nacional pero al poco andar, me doy cuenta que los mismos de siempre continúan sosteniendo con fuerzas sus privilegios y eso nuevamente ha desencantado a la comunidad. El gobierno y los parlamentarios no dan respuesta a los vacíos que siguen ahí a la vista de todos. El Estado funciona como si nada hubiese pasado y eso me duele la guata, habla de la poca conexión y de lo perdido que están los gobernantes.
Este fin de semana existe un llamado masivo a manifestarse, ¿cómo espera que se desarrolle todo?
Apuntamos a que sea una jornada de reflexión y de paz, donde podamos seguir exponiendo las necesidades de la comunidad pero en un marco de respeto, donde la violencia no sea el vehículo para demostrar el descontento. Le hago un llamado al Presidente Piñera para que nos escuche . Él al parecer aún no se da cuenta que puede ser catalogado como héroe y causante de las grandes transformaciones para un Chile más justo. O bien, ser el que ostente el mayor rechazo en la historia de nuestra nación. Quizás no se atreve a los cambios por las personas que lo rodean, que son grandes grupos económicos centrados en el poder del dinero. Lamentablemente no ha estado a la altura de lo que todos deseamos».