VALPARAÍSO – El senador Alejandro Navarro se refirió a las violentas agresiones de funcionarios de la policía uniformada a manifestantes, y a la ausencia de una dirección política por parte del Ministro del Interior.
“Nadie puede agredir a Carabineros, eso está claro. Pero si Carabineros comienza a responder las agresiones con más agresión y más violencia, entonces estamos en la ley de la selva”, manifestó el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Senado.
Para Navarro, “estamos en una política de orden público de ojo por ojo y diente por diente. Y eso para quien tiene el monopolio de la fuerza significa que no existe Estado de Derecho”.
De acuerdo al parlamentario, “es un juego peligroso el que desarrolla Carabineros, y me preocupa enormemente la justificación del Alto Mando, respecto de la agresión a un hombre de la tercera edad”.
“Aquí Carabineros tiene que poner su fuerza a nombre del orden público, no de la agresión, no de la respuesta ojo por ojo, diente por diente y el Ministro Gonzalo Blumel debe aclarar quién manda en Chile”.
“Pues queda claro que el Ministro del Interior no tiene ninguna ascendencia, ningún control de Carabineros de Chile, y eso es un riesgo para la democracia, pero también es la negación del Estado de Derecho”, afirmó el líder del Foladh.
Navarro agregó que, “un país donde el General Director de Carabineros tiene más poder que el Ministro del Interior es un Estado Policial, con Gonzalo Blumel escondido en La Moneda, perdiendo toda autoridad sobre el General Rozas, quien ejerce la fuerza sin control civil”.
“Este es un peligroso momento para la democracia, pues si en el orden público y en las calles, Carabineros de Chile sale a agredir, entonces está fuera de la función institucional, de la función constitucional, y los problemas se van a agravar”, añadió.
Para finalizar, el senador por la Región del Biobío recalcó que, “Carabineros debe controlar y no agredir y los videos de la polémica solo ratifican que Carabineros ha entrado en la Ley de la Selva, en la calle y los resultados pueden ser gravísimos para nuestra democracia”.