SANTIAGO – Frente el acuerdo celebrado por el Gobierno con la Cámara Nacional de Comercio (CNC) para implementar un protocolo sanitario y permitir el normal funcionamiento del comercio y malls, y frente a la instrucción entregada por el Presidente Sebastián Piñera a sus ministros, para que los funcionarios públicos retomen paulatinamente sus trabajos de manera presencial, los firmantes declaramos lo siguiente:
- Qué a la fecha y para efectos de decretar medidas de este tipo, el gobierno no ha presentado ninguna evidencia científica y sanitaria seria que las avale. Como tampoco una capacidad de testeo masiva confiable, una identificación de número y caracterización de los contagiados que permita definir con certeza proyecciones, estrategias, políticas y acciones para actuar frente a la pandemia, así como determinar la aplicación o levantamiento de cuarentenas y una normalización de la actividad social y económica.
- Qué más aún, lo que comienza a asomar como evidencia por diversos expertos es que Chile antes que aplanar la curva de contagios, la está perdiendo de vista, evidenciando una incapacidad real de testeo efectivo desde el 25 de marzo pasado (González y Kiwi, abril 2020,Centro para el Desarrollo de la Nanociencia y la Nanotecnología – CEDENNA). Los investigadores señalan quepara estimar cuantos test debiéramos estar haciendo ahora, (por ejemplo, a partir del 1 de abril, cada 4 días), tendríamos que haber duplicado el número de test, para seguir la curva de contagios –que es fundamental en el éxito de la estrategia que ha elegido Chile de cuarentenas dinámicas. Así, si el 1 de abril se hubiesen hecho 3.500 test; entonces el 5 de abril debimos haber hecho 7.000 test; el 9 de abril 14.000; el 13 de abril 28.000, y el 17 de abril deberíamos haber hecho 56.000 test. Lo que hubiese logrado el MINSAL con un gran número de testeos, es que la curva de casos confirmados fuese un reflejo del comportamiento del contagio real. Por el contrario, apuntan González y Kiwi, «el número de test en Chile es tan bajo, que no permite relacionarlo con el contagio real de manera simple y segura, por lo tanto, creemos que estamos ciegos». Un bajo nivel de testeo hace muy difícil aplicar modelos predictivos, que por ejemplo, nos avisen de cuándo sería el peak de contagios o siquiera una estimación de la demanda para los próximos días en el sistema de salud. En suma, una estrategia de cuarentena dinámica como la que aparentemente ha definido el gobierno, requiere una mayor capacidad diagnóstica y sobretodo un aumento de testeos que nos permitan pesquisar pacientes asintomáticos a quienes se les debe aplicar un confinamiento para evitar el aumento de contagios. Situación que hoy no está ocurriendo. En estas condiciones dar señal de normalización de actividades sin haber siquiera alcanzado el peak de contagios, contraviene todas las medidas recomendadas y confunde a la población.
- Qué con dichos antecedentes a la mano, las medidas adoptadas por el gobierno, más allá de los protocolos sanitarios que se puedan recomendar, claramente elevan riesgo de población y funcionarios públicos a contagio del Covid-19. Las «recomendaciones» definidas en el protocolo por la autoridad, dirigidas a funcionarios públicos, así como a centros comerciales, locales de venta de bienes o prestación de servicios a clientes, para prevenir y disminuir el riesgo de contagio, en su calidad de «recomendaciones», no sólo son insuficientes para prevenir el contagio por coronavirus. Pueden incentivar y alentar de forma irresponsable la masificación de los niveles de contagio actuales, a la fecha, desconocidos por el gobierno al carecer de una base de testeo y evidencia científica confiable.
- Qué las medidas anunciadas vienen a ratificar y desnudar carácter ético de este gobierno, en línea y equiparable al del Presidente de la Cámara de Comercio de Santiago, quién recientemente señalara que «no podemos matar la actividad económica para salvar vidas». Es decir, la primacía del dinero por sobre la vida de las chilenas y chilenos. Es tan complejo el anuncio hecho por el gobierno quela propia presidenta de la Cámara de Centros Comerciales, Katia Trusich, ha hecho un llamado a la autoridad a la prudencia y responsabilidad.
- Qué como Consejo Nacional, dirigentes y dirigentas, alcaldes y alcaldesas, concejales y concejalas, CORES, parlamentarias y parlamentarios de la Democracia Cristiana llamamos al gobierno a revertir estas medidas que ponen en riesgo la vida de nuestros compatriotas. Ello hasta no presentar evidencia seria que avale tales determinaciones. En ese sentido,respaldamos también a todos nuestros funcionarios públicos. No hay condiciones para que vuelvan a sus labores presenciales, por lo anteriormente expuesto y por la carencia de EPP (elementos de protección personal) para una gran mayoría de ellos.
- Qué somos conscientes del difícil momento económico que vive el país y de la necesidad de tomar medidas profundas para preservar empleos, fuentes laborales y productivas. En esa línea desde la Democracia Cristiana hemos propuesto una agenda clara y urgente para hacer frente a esta compleja coyuntura. Una agenda que debe comprometer un esfuerzo más sustantivo del Estado y que focalice una intervención masiva en las familias, pymes y trabajadores independientes más vulnerables. Esa es la vía para ayudar a millones de chilenos en riesgo de perder no sólo sus fuentes laborales y económicas, pero más importante, su propia vida.
- Qué le pedimos al gobierno obrar sin prejuicios, con empatía y sentido ético, escuchando a una ciudadanía que clama por un Estado y un gobierno que la arrope y la proteja en momentos de total incertidumbre y no que la exponga como pretende hacerlo con esta medida.
Fiman:
- Fuad Chahin, Presidente Nacional Democracia Cristiana
- Consejo Nacional Democracia Cristiana
- Diputados: Joanna Pérez, Manuel Matta, Gabriel Ascencio, Gabriel Silber, Víctor Torres, Daniel Verdessi, Miguel Ángel Calisto, Matías Walker.
- Alcaldes: Felipe Delpín, Carmen Gloria Fernández, Javier Muñoz, Juan Rojas, Jorge Silva