El número de los niños contagiados puede ser mucho mayor de lo que se creía antes, descubrieron los investigadores estadounidenses. Este hallazgo amenaza con subestimar la importancia de los cuidados intensivos pediátricos, cuya urgencia se hace notar actualmente en el sistema de salud de EEUU.
Por cada menor de edad que requiere de cuidados intensivos en EEUU, hay otros 2.381 niños infectados con el coronavirus, apunta un nuevo estudio realizado por los científicos de la Universidad del Sur de Florida y el Instituto de Investigación Social Independiente de la Mujer (WiiSE), citados por el portal EurekAlert.
Entre el 18 de marzo y el 6 de abril un total de 74 niños ingresaron en los cuidados intensivos pediátricos de EEUU, lo que señala que posiblemente unos 176.190 niños podrían haberse contagiado durante el mismo período. Los menores de 2 años constituyeron un 30% de los pacientes que ingresaron en cuidados pediátricos; aquellos entre los 2 y 11 años, un 24% y, aquellos entre 12 y 17, un 46%.
Los investigadores pronostican que si el 25% de la población de EEUU se contagia con el coronavirus a finales del 2020, 50.000 niños necesitarán ser hospitalizados por COVID-19. Mientras tanto, 5.400 de ellos se encontrarán en estado crítico y requerirán de respiración asistida.
Y es aquí donde surge el principal problema. Los datos recogidos en el marco de la investigación nacional y publicados en la revista Critical Care Medicine advierten que hoy en día el país norteamericano cuenta con aproximadamente 5.100 camas adaptadas para este tipo de cuidado de menores.
«Si bien el riesgo de sufrir una enfermedad grave es menor en los casos pediátricos que en los adultos, los hospitales deben estar preparados y tener los equipos y el personal adecuados para hacer frente a una posible afluencia de pacientes más jóvenes», destacó el autor del estudio Jason Salemi del Colegio de Salud Pública de la Universidad del Sur de Florida.
Se considera que los niños son menos vulnerables frente al coronavirus que los adultos. No obstante, los casos pediátricos de infección con el SARS-CoV-2 son más difíciles de llevar debido a una serie de razones. Una de estas es el hecho de que muchos hospitales prohíben las visitas con el objetivo de respetar el distanciamiento social y la cuarentena. Además, los niños a veces son incapaces de luchar contra el coronavirus en casa y de forma independiente ni cumplen con las recomendaciones de autoaislamiento.
Hasta la fecha los médicos registraron más de 2.265.400 de caso de contagio con el coronavirus en todo el mundo. Más de 154.900 personas han muerto. EEUU es el país más afectado, con más de 710.270 casos y más de 37.170 fallecidos.