El presidente de EEUU, Donald Trump, emitió una orden ejecutiva para autorizar la participación de reservistas de las Fuerzas Armadas en una operación antidrogas en el hemisferio occidental. La disposición establece que el secretario de Defensa deberá llamar hasta 200 soldados al servicio activo para el operativo.
Sin embargo, para expertos consultados por Sputnik, esta acción no aportará mucho a la estrategia que Washington se ha propuesto para hacer frente a los cárteles de la droga en América.
«Doscientos militares son muy pocos para que tengan algún impacto. Es, más bien, un anuncio mediático, que [Donald Trump] está continuando con el control de las drogas y la frontera. Doscientos militares para controlar el tráfico de drogas no es nada para un país, absolutamente nada», evaluó Raúl Benítez Manaut, investigador del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Por su parte, Óscar Balderas, periodista especializado en temas de seguridad, señaló que, si bien la medida amplía un operativo en acción, cabe cuestionarse sobre los tiempos en que Trump lleva a cabo este anuncio.
«¿Por qué hacer este operativo en medio de la pandemia? Evidentemente tiene un trasfondo electoral. Trump en este momento está enfrentando duras críticas, por parte de republicanos y demócratas, sobre su pobre manejo de la crisis sanitaria», explicó.
La estrategia para combatir el narcotráfico en el hemisferio occidental fue desplegada por Washington y otros 22 países el 2 de abril, con la intención de evitar que, a causa de la pandemia de COVID-19, las operaciones de los cárteles de droga aumenten en el mar Caribe y el Pacífico sur.
«No debemos permitir que los cárteles de la droga exploten la pandemia para amenazar las vidas de los estadounidenses. En cooperación con 22 naciones aliadas, el Comando Sur de Estados Unidos incrementará la vigilancia, las interceptaciones y las confiscaciones de cargamentos de drogas y dará mayor respaldo a los esfuerzos de erradicación que están en marcha a un ritmo nunca visto», comentó entonces Trump a los medios.
Benítez Manaut resaltó que, en efecto, una de las principales preocupaciones de la administración del presidente republicano se ubica en el abuso del consumo de drogas entre los estadounidenses.
«Con la crisis del COVID, en Estados Unidos descubrieron que una de las mayores aficiones de la gente que está encerrada es mayor consumo de drogas. Hay mucha información de que hay más consumo de fentanilo en Estados Unidos. Por lo tanto, Trump, desde el principio de su Gobierno, ha estado obsesionado con el control de la frontera en el sentido del control de drogas y migrantes en la frontera», corroboró el investigador de la UNAM.
Pero, en el mismo marco, diversos funcionarios del gabinete de Trump han acusado que el Gobierno de Venezuela se beneficia del tráfico de drogas. Así, el 26 de marzo, el Departamento de Justicia estadounidense publicó una serie de cargos criminales contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, e incluso ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por cualquier información que ayude a su captura.
«Yo creo que es un mensaje para ganar capital político en el extranjero. Es un mensaje muy dedicado hacia Nicolás Maduro. Creo que Trump está siguiendo la línea de ‘nosotros, como Estados Unidos, mantendremos el liderazgo regional atacando al tirano, combatiendo la dictadura, asegurando la libertad del pueblo venezolano, al mismo tiempo que nos libramos de Maduro'», consideró Óscar Balderas.
Ambos expertos coincidieron en que la última orden ejecutiva de Trump pretende reactivar el voto duro del Partido Republicano, así como defender la legitimidad del actual Gobierno, especialmente tras las afectaciones que ha dejado la pandemia de COVID-19 en Estados Unidos.
«Creo que es una maniobra para cambiar un poco el discurso hacia sus acciones, hacia su proclividad para reactivar la economía a través de la milicia y que el foco de atención se desvíe del manejo de la crisis sanitaria del COVID-19. Si tú ves las últimas intervenciones que ha tenido Trump con la prensa, el tema que lo tiene muy incómodo es el COVID-19, incluso confrontándose con cadenas que han sido aliadas suyas como Fox News. Él necesita empezar a poner en la discusión nacional otro tema que no sea COVID-19«, observó el periodista.
Raúl Benítez Manaut ahondó en la relevancia de incluir a Venezuela en la actual operación antidrogas del Comando Sur.
«Hay mucha información que han producido el propio Estados Unidos sobre que Venezuela es el principal exportador de cocaína, de Colombia y los países andinos, hacia Estados Unidos. Evidentemente están acorralando desde hace tiempo a Venezuela con muchas de estas cuestiones», subrayó.
Óscar Balderas agregó que esto da muestra de que esta estrategia hará poco daño a las operaciones de los principales cárteles de droga en Centro y Sudamérica.
«[La orden ejecutiva de Donald Trump] no es un mensaje que tenga nerviosos a la gente del crimen organizado, a los grupos trasnacionales. No va dirigido ni contra cárteles mexicanos, ni contra pandillas centroamericanas. Es un mensaje de fuerza, dedicado exclusivamente al llamado Cártel de los Soles [según la versión de EEUU, integrado por militares venezolanos y exguerrilleros colombianos]. Pero no creo que ni siquiera mueva un pelo entre los demás grupos criminales en la región, ni entre los gobiernos que estén probablemente asociados con alguna expresión del crimen organizado. Creo que es una declaratoria con mucha dedicatoria, que es más discurso que efectivo«, concluyó.