El embajador de Estados Unidos en Alemania, Richard Grenell, cuestionó la reacción del ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, a la salida de Washington del Tratado de Cielos Abiertos.
El 22 de mayo, Maas declaró que Alemania junto con otros países tratará de convencer a Estados Unidos de reconsiderar su decisión de abandonar el Tratado de Cielos Abiertos. El jefe de la diplomacia alemana señaló además que lamentaba la decisión de Washington.
«En lugar de quejarse de la reacción de Estados Unidos, Heiko Maas debería haber aumentado en los últimos años la presión sobre Rusia para que cumpla con sus obligaciones», dijo Grenell al periódico Rheinische Post.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el 21 de mayo que su país se retirará del tratado, argumentando supuestos incumplimientos por parte de Rusia.
La retirada de Washington se completaría dentro de seis meses, aunque Trump no descartó un cambio de decisión si Moscú comienza a cumplir el pacto. Rusia rechazó con firmeza las acusaciones de Estados Unidos.
El viceministro de Exteriores ruso, Alexandr Grushkó, afirmó a Sputnik que Rusia acatará el Tratado de Cielos Abiertos mientras se mantenga en vigor y confía en que los demás Estados partes hagan lo mismo.
El Tratado de Cielos Abiertos, suscrito en 1992 en Helsinki, permite a observadores militares realizar vuelos desarmados de vigilancia aérea para obtener imágenes de movimientos de tropas y buques en un vasto territorio desde la ciudad canadiense de Vancouver hasta el puerto de Vladivostok, en el Lejano Oriente ruso.
Ese documento, en vigor desde 2002, cuenta actualmente con 34 signatarios, incluida Rusia, que lo ratificó en mayo de 2001.