El jengibre es una planta que destaca por su amplia gama de propiedades nutricionales para la salud. Desde funciones antioxidantes hasta antiinflamatorias, puede ayudarte a adelgazar como también curarte de una gripe. Conoce para todo lo que sirve y aplícalo a tu dieta.
A menudo vinculada a los superalimentos, el jengibre es una raíz de origen indio de la familia de zingiberáceas conocida por tener múltiples propiedades para aliviar las más variadas afecciones y problemas de salud.
Si bien el término superalimento pertenece a la mercadotecnia y no está oficialmente asentado en bases científicas, sí está comprobado el efecto que el consumo de jengibre tiene sobre la salud humana.
¿Para qué sirve el jengibre?
- Enfermedades cardiovasculares y diabetes
Dos graves enfermedades pueden ser controladas con ayuda del jengibre. Las enfermedades cardiovasculares como la hipertensión y la insuficiencia cardíaca tienen origen, en buena parte, en el colesterol alto.
El colesterol es un lípido —molécula orgánica de grasa que se encuentran en las células sanguíneas—, que si bien cumple funciones esenciales en la regulación celular, en exceso puede derivar en este tipo de enfermedades. El jengibre se recomienda para personas con el colesterol alto ya que regula la cantidad de lípidos en la sangre.
Su uso también es útil para la diabetes. En buena parte causada por la desregulación de la enzima aldose reductase, muchos estudios han analizado el jengibre y su uso en tratamientos para diabéticos.
«Como se ha encontrado que el jengibre tiene al menos 5 componentes que reducen dicha enzima, es considerado uno de los alimentos cuyo rol es importante para la prevención de la diabetes», sostienen desde PBRC.
- Funciones gastrointestinales
Las raíces de la planta son recomendadas para tratar todo tipo de problemas gastrointestinales como la constipación, diarrea, cólicos, náuseas y vómitos, ya que tienen múltiples propiedades antiinflamatorias, según explican desde el Centro de Investigación Biomédico de Pennington en Estados Unidos (PBRC, por sus siglas en inglés).
- Especia antioxidante
El consumo del jengibre, al igual que el de la cúrcuma —otra planta de la misma familia—, también juega un papel clave en la prevención de enfermedades, especialmente en la artritis por tener antioxidantes, sustancias que previenen y retrasan el envejecimiento de las células.
La artritis se produce cuando el roce de los huesos hace que se deterioren las articulaciones. El consumo de jengibre puede contribuir a su tratamiento, ya que la planta contiene compuestos antiinflamatorios y antioxidantes que fortalecen los cartílagos de las articulaciones.
- Gripe
Quizá más elemental pero no menos importante, el consumo de té de jengibre ayuda a evitar resfriados y gripes. Rico en vitamina C y por sus propiedades antiinflamatorias y antitusivas -que disminuyen la tos-, evita y ayuda a combatir los estados gripales y la congestión nasal.
- Adelgazante natural
El jengibre es frecuentemente utilizado por personas que buscan adelgazar. Y hay fundamento científico. La planta ha demostrado ser útil para quemar grasas, y se la recomienda como auxilio para tratar la obesidad.
Asimismo, un estudio publicado en la Academia de Ciencias de Nueva York sostiene que hay vínculos entre el consumo de jengibre y la pérdida de apetito, la quema de calorías, además de la reducción del colesterol y el azúcar en la sangre.
Valores nutricionales en 100 gramos de jengibre
- 80 calorías
- 17.8 gramos de carbohidratos
- 1.7 miligramos de azúcar
- 2 gramos de fibra
- 78.89 gramos de agua
- 1.82 gramos de proteína
- 5 miligramos de vitamina C
- 11 microgramos de vitamina B9
- 16 miligramos de calcio
- 415 miligramos de potasio
- 43 miligramos de magnesio
- 34 miligramos de fósforo
- 13 miligramos de sodio