Por lo mismo, los integrantes de la Comisión de Políticas Públicas (CPP) de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), abajo firmantes, han realizado una serie de propuestas para alcanzar ese anhelado pacto, bajo principios de justicia y protección social. “No quisiéramos que su llamado a que “hay que dejar de lado la pandemia política”, sea un intento por ahora de atribuir a la oposición política y social, la responsabilidad de esta grave crisis. Sino más bien, el llamado sea a incorporar a los partidos políticos y a los actores sociales a un diálogo social por el bien del país”, aseguran en una declaración pública.
Y agregan que “hemos sido testigos y víctimas de la equivocada apuesta gubernamental de enfrentar la crisis con sectarismo político, sin participación del movimiento social, sindical y la sociedad civil, de las fuerzas políticas de la oposición y de los municipios. Prueba de ello fue el momento del “retorno seguro” a la nueva normalidad y el llamado al consumo en los malls y la obligación al retorno de trabajo presencial en el sector público y privado, altamente resistido por la ANEF”.
En este sentido, la instancia asesora de la CUT asegura que la gestión de esta crisis debe encararse desde el diálogo social, como mecanismo de alcanzar el interés común, propiciando un involucramiento sustantivo de la sociedad civil, el mundo sindical y las organizaciones de la mesa social.
Por lo mismo, sostienen que “confiamos en una solución que abandone la unilateralidad y que se construya con diálogo social. Llamamos a superar la estrategia del gobierno, para corregir los errores”.
En este escenario, la CPP afirma que para alcanzar un pacto es necesario y posible un aumento del gasto público para sostener la economía en la crisis; sostener el empleo público directo e indirecto y de inversión pública intensiva en mano de obra por parte del gobierno central; y aumentar el presupuesto municipal para llegar a los territorios.
Por lo mismo declaran que:
1. El Acuerdo debe asegurar un apoyo material para las familias trabajadoras y el resguardo de los ingresos de todos los trabajadores, tanto públicos y privados, que les permita sortear la crisis sanitaria sin caer por debajo de línea de la pobreza, con el objetivo primordial de asegurar la subsistencia decente de la población afectada por el tiempo que sea necesario.
2. Del mismo modo, se comprometa un subsidio a las empresas no bancarizadas que asegure que sobreviven hasta el final de la crisis y un paquete de nacionalización de empresas estratégicas que puedan caer en quiebra, pero asegurando pisos mínimos de seguridad social para sus trabajadores.
3. Se sincere la posición fiscal y se establezcan las condiciones para financiar estas políticas. El endeudamiento bruto es bajo, existen importantes fondos soberanos y se dispone de la posibilidad de endeudarse a bajo costo en el mercado internacional y nacional.
4. Se establezcan las bases para una reforma tributaria post pandemia. Pasada la crisis y atendido la precaria situación social será necesario concordar un aumento de al menos 5 puntos del PIB de la carga tributaria para financiar un real Estado de bienestar basado en los derechos sociales universales.