TEMUCO – Más de 12 horas continuas de trabajo atendiendo las necesidades de cada uno de los pacientes y cumpliendo diversas labores, es lo que vive día a día el personal de salud destinado a la Primera Residencia Sanitaria de Temuco, desde que, a fines del mes de marzo, el Servicio de Salud Araucanía Sur, estableciera un convenio con el Hotel de la Frontera, para apoyar la cuarentena de quienes no cuentan con las condiciones ideales en sus hogares.
Un gran cariño por los pacientes, compromiso con su trabajo y un apego estricto por las normas sanitarias diseñadas para enfrentar la pandemia por Covid-19, son los elementos comunes que destacan en el personal que oficia como anfitrión, compañía primordial, apoyo clínico e incluso emocional de cada uno de los más de 200 pacientes, que hoy se encuentran realizando su aislamiento, en las 3 residencias abiertas en Temuco.
En total 16 funcionarios diarios, cuyo «objetivo principal es disminuir la curva de contagio del Covid positivo en las comunidades y por lo tanto, la idea es ayudar al paciente a que cumpla su aislamiento preventivo o el aislamiento obligatorio en un lugar donde tenga asegurada la alimentación, tenga asegurada la calefacción, tenga asegurado los espacios, el aseo y desinfección por 14 días inicialmente». Tal como lo mencionó Marina Inostroza, enfermera coordinadora de las residencias médicas del Servicio de Salud.
Desde las 08:00 de la mañana hasta pasadas las 20:00 horas por la tarde, el personal de turno de cada residencia, realiza sus funciones en cada jornada. En este período, enfermeras, nutricionistas, médicos, técnicos de enfermería (Tens), despliegan sus labores hacia los pacientes que a diario hacen ingreso. Entre ellos, pacientes con diagnóstico de Covid 19 positivo o también pacientes que están con sospecha de contagio como contactos estrechos, de acuerdo a lo señalado por la coordinadora.
Cada residencia cuenta un equipo clínico que está liderado por una enfermera, encargada de la coordinación clínica y de aspectos administrativos propios de cada ingreso, con el apoyo de técnicos paramédicos en el cuidado de los pacientes. Además de lunes a domingo está programada una visita médica, como también de personal profesional de soporte, integrado por nutricionista, kinesiólogo y psicólogo, equipo multidisciplinario que realiza una evaluación diaria de los pacientes admitidos en la primera residencia sanitaria de la comuna, de acuerdo a la prioridad de su atención y a la necesidad, según evolución clínica.
Actividades Diarias
Según lo señalado por la Profesional, en cada residencia y de acuerdo a lo planificado, los pacientes reciben cuatro comidas diarias desayuno, almuerzo, once y cena. También se les hace aseo en la habitación una vez al día y se les proporciona ropa, ropa de cama y cambio de toallas a diario. Y en el caso de las mamás que tienen ingreso con lactantes, alimentación y cunas para los bebés, todo con el objetivo de mantener a esta familia o al individuo y asegurarles sus condiciones sociales y sanitarias para que puedan cumplir esta cuarentena.
De acuerdo a profesional, «el compromiso que tiene el equipo clínico es inmenso, enorme, trabajando al 100 por ciento, cumpliendo turnos de 24 horas. Es personal que en muchas ocasiones se traslada desde fuera de la ciudad, que están todo el día tratando de atender de mejor manera, de la mejor manera a los pacientes, haciéndolos sentir cómodos, comunicándose con ellos no sólo de manera presencial, sino que también entablando con ellos comunicación vía telefónica desde la central que tenemos nosotros para estar monitoreando su estado.
Funcionarias
Así lo demuestran, la enfermera Camila Lizama y las Tens Katerin Quezada y Karin Colicheo, en representación de todas las funcionarias que laboran en las residencias quienes, por alrededor de 2 meses y medio, realizan turnos sanitarios en el «Hotel de la Frontera», superando el temor al virus y asumiendo en algunos casos, incluso la lejanía de sus seres queridos y amistades.
Así lo manifiesta Camila, enfermera de xx años de edad, quien realiza turnos especiales quedándose durante 3 días en la residencia, para descansar lo 3 siguientes en su domicilio. «Cuando supe que iba a trabajar con pacientes Covid positivo, lo primero que sentí fue miedo. Y así fue cuando recibimos al primer paciente en la residencia. Tenía miedo, tenía incertidumbre. Era todo nuevo. Pero ya han pasado dos meses y la verdad es que la patología se volvió como cualquier otra que haya tratado antes. Y lo otro que nos ha dado mucha confianza es que nadie del personal que trabaja en la residencia se ha contagiado hasta ahora», enfatiza.
Para la Tens, Karin Colicheo su labor comienza a las 08:00 y se extiende todo el día, hasta entregar su turno a sus compañeras, pasadas las 20 horas. «Dentro de mis funciones diarias se encuentran lo que es entrega de alimentación a los pacientes en la habitación, control de signos vitales por la mañana y por la tarde, limpieza y desinfección de las superficies que utilizan los pacientes. Administración de medicamentos y mantenerme informada acerca del estado en que se encuentran los pacientes. También le sumo a ello, lo que es el ingreso del paciente a la residencia, lo que incluye firma de documentos, consentimiento informado y más que nada, instalar dejar al paciente en su habitación con toda la información que ellos necesitan saber
Finalmente, para la también Tens Katerín Quezada, todo este trabajo diario lo realizan con mucho compromiso y cariño por los pacientes y con el ánimo de que las familias no estén preocupadas por no poder verlos a diario. «siempre uno trata de levantarles el ánimo, preguntarles, saber cómo están. Saber cómo pasaron la noche, si necesitan algo, si durmieron calentitos, si han podido comunicarse con su familia. Entonces siempre llevamos una buena comunicación con ellos. Nosotros siempre estamos pendientes de que son las ocho y media de la mañana. Hay que ir a entregarles sus medicamentos, hay que entregarles el desayuno y si necesitan una tacita más de café se los ofrece». Señala afectuosamente.
Las tres funcionarias coinciden en la importancia de mantener las precauciones y el autocuidado consciente, durante el período de cuarentena voluntaria que se está viviendo, evitando en lo posible salir si no es estrictamente necesario y respetar las medidas de prevención como el lavado de manos y la distancia social, como una forma de colaborar con los trabajadores de la salud para controlar este virus, por parte de la comunidad.