El juez federal de distrito James Boasberg ha emitido una orden para incautar más de 1,1 millones de barriles de gasolina de los cuatro buques cisterna de Irán con destino a Venezuela, basado en la posibilidad de que el combustible sea confiscable, informa el Departamento de Justicia de EEUU.
La orden autoriza a las autoridades de EEUU, probablemente a sus Guardacostas, a apoderarse del combustible.
La demanda correspondiente fue presentada en el Tribunal de Distrito de Columbia y busca detener futuras entregas.
Sin embargo, como subraya Reuters, todavía no está claro si la Administración Donald Trump actuaría para apoderarse de esta gasolina y cómo. El Gobierno de EEUU debe probar que el combustible es confiscable en virtud de la ley en un procedimiento civil para confiscarlo permanentemente.
Irán envió a principios de junio una flota de cinco petroleros a Venezuela y prometió más suministros si así lo solicita.
Todos los barcos recibieron una escolta militar después de que Estados Unidos dijo que estaba considerando opciones para responder a las entregas, lo que viola las sanciones impuestas por Washington a ambos países.