Empieza una nueva etapa para Alemania con la presidencia de la UE en este segundo semestre de 2020. En la conferencia de inauguración del 2 de julio Angela Merkel dibujó un panorama de liderazgo alemán a nivel europeo con China y de autonomía a la hora de tomar decisiones propias en lo referente al gigante asiático.
A pesar de todo tipo de incertidumbres económicas, pandemias o tensiones políticas, resulta evidente que China juega un papel clave a nivel mundial. Por eso, en su última rueda de prensa, la canciller alemana ha dejado claro que Berlín va a continuar colaborando con Pekín, especialmente en materia de derechos humanos, asuntos sociales, protección de inversores, relaciones comerciales y cambio climático.
Merkel y su Gobierno están determinados a seguir adelante con su proyecto de llevar a cabo la primera cumbre entre la UE y China en formato 27+1 por primera vez en 45 años, a pesar de los aplazamientos debidos al coronavirus y a pesar de las tensiones surgidas entre Occidente y China tras los sucesos de Hong Kong. No olvidemos que China es el principal inversor externo de Alemania.
Y es que, mientras que el Reino Unido y Australia han comunicado su intención de dar asilo a algunos ciudadanos de Hong Kong y EEUU ha anunciado nuevas sanciones contra China, Alemania ha preferido mantenerse más neutral: el país germano recalca que siempre está abierto a dar asilo sin necesidad de hacer menciones especiales y que no quiere entrar en la dinámica de las sanciones.
El camino de las negociaciones con China no será fácil debido a las discordancias existentes entre esta y Europa, pero la Unión Europea no va a repetir cada movimiento que haga EEUU en el asunto de Hong Kong. Así se lo cuenta a Sputnik el profesor del Instituto Comunicaciones de China, Yang Mian.
Mian también ve en la presidencia alemana de la UE una oportunidad de estrechar lazos: «[En ese período] China y Europa deberán consolidar al máximo la cooperación a todos los niveles y encontrar nuevos ámbitos en los que entablar contactos».
En términos generales, el experto chino declara que tiene una buena opinión de Merkel, aunque le preocupan las dificultades que pueda acarrear hacer política en tiempos de pandemia:
«Angela Merkel es una líder sensata, vemos que últimamente su postura ante muchas cuestiones causa descontento en Estados Unidos. En lo referente a las relaciones entre China y Europa también aplica una política sabia (…). Dada la situación actual de aislamiento por coronavirus, me temo que los intercambios culturales con Europa se verán reducidos en cierto modo», dice el profesor.
Por su parte, el vicedirector del Instituto de Europa de la Academia de Ciencias de Rusia, Vladislav Belov recalca la independencia que están mostrando Alemania y las instituciones de la Unión Europea respecto a EEUU a la hora de tratar el complicado tema de las relaciones con China, con especial atención a sus líderes.
«A pesar de la dificultad de esta cuestión y de la tensión que se palpa en las relaciones entre Bruselas y Washington en lo referente a Pekín, la UE se mantiene en su línea. Berlín, representado por Angela Merkel, y Bruselas, representada por Josep Borrell y Ursula von der Leyen, tienen un enfoque muy equilibrado y pragmático en las interacciones con Pekín», asegura el especialista ruso.
Una de las cosas que dificultan estas relaciones es la diferencia entre los valores chinos y los europeos. «China es un socio complicado para la UE, pero Bruselas construye buenas relaciones con ella, cosa que no puede decir Washington, y menos aún, Trump».