La Asociación Chilena de Farmacias Populares (ACHIFARP) obtiene la representación del antiviral ruso Avifavir, medicamento que ha resultado eficaz para tratar a pacientes con COVID-19 en 51 regiones de Rusia. La agrupación podrá comercializarlo en el país cuyas cifras de víctimas fatales del nuevo coronavirus han superado los 8.700 registros.
La primera farmacia popular de Chile nació en el barrio de Recoleta, norte de Santiago. Era el 15 de octubre de 2015, y la iniciativa buscaba que los vecinos de la zona pudieran acceder a medicamentos a menor costo, sobre todo después que se descubriera la colusión de precios entre las tres cadenas farmacéuticas privadas más importantes del país.
Hoy, pasados cinco años, 96 municipios cuentan con estos establecimientos públicos, que se han organizado en la ACHIFARP para buscar, dentro y fuera de las fronteras nacionales, alternativas en medicamentos que permitan bajar los precios de diversos remedios para los ciudadanos de las comunas asociadas.»Tenemos varios convenios con el exterior. Tenemos uno para representar en Chile a toda la farmacología cubana, otro con el laboratorio Lesvi de Barcelona para traer algunos de los medicamentos más demandados en nuestro país a precios muy convenientes respecto de los que maneja el mercado acá», señala a Sputnik el presidente de la ACHIFARP, Daniel Jadue, también alcalde barrial de Recoleta.
De acuerdo con Jadue, la asociación ha logrado precios incluso más bajos que los manejados por el Estado y su Central de Abastecimiento del Sistema Nacional de Servicios de Salud debido al objetivo esencial de conseguir socios estratégicos y convenios «para mejorar el acceso a tratamiento oportuno y a precio justo para toda la población de Chile».
Es a partir de esta premisa, junto con las alarmantes cifras de contagio de COVID-19 y la falta de una estrategia farmacológica para enfrentar la pandemia, según estima la ACHIFARP, que se decide tomar contacto con el Comité para la Cooperación Económica con los Países Latinoamericanos.
«Cuando apareció el anuncio de que el 11 de junio el medicamento Avifavir sería implementado en hospitales de Rusia, con Tatiana Mashkova, manifestamos nuestro interés y seguimos de cerca los desarrollos, y desde esa perspectiva es que logramos tener un primer acuerdo que nos permite representar este medicamento en Chile y haciendo las gestiones para su ingreso lo más rápido posible», cuenta Daniel Moraga Secretario Ejecutivo de la ACHIFARP.
«Lo más importante es ayudar a la población de Chile a combatir el coronavirus, salvar las vidas humanas», indica a Sputnik Tatiana Mashkova, directora general del Comité para la Cooperación Económica con los Países Latinoamericanos y directora ejecutiva del Consejo Empresarial Rusia-Chile.
Mashkova detalla que muchas empresas latinoamericanas han enviado sus solicitudes al Comité y ellos las redireccionan a ChemRar (grupo farmacéutico) o envían al Fondo de Inversiones sus recomendaciones, tras lo cual se firman los acuerdos de confidencialidad y de colaboración.
De los hospitales rusos a Chile
Efectivamente como lo señala Moraga, el 11 de junio marca un hito, fecha en que los primeros lotes de medicamento llegaron a los hospitales rusos. Cinco meses antes el presidente de Rusia, Vladímir Putin, había encomendó al Fondo Ruso de Inversión Directa, enfocarse en combatir el coronavirus en cinco ejes fundamentales: pruebas de detección, drogas, servicios de cuidado médico, vacunas y servicios relacionados online.
En lo que se refiere a medicamentos se buscó en el mundo la droga que había resultado más efectiva para enfrentar el COVID-19. Estaba en Japón, el antiviral Favipiravir, que tenía eficiencia comprobada contra otros virus como la influenza, la fiebre amarilla o el virus del Nilo Occidental.
Tras el hallazgo, el medicamento ruso se comienza a producir sobre la base de esta sustancia antivírica la que, tras la adecuación de la dosis y varios ensayos clínicos, demostró su capacidad de bloquear los mecanismos de reproducción del nuevo coronavirus, se comenzó con su producción en masa.Fue así que el Fondo de inversión, asociado al grupo farmacéutico ChemRar, se avocó a encontrar una fábrica que se pudiera habilitar en tiempo récord. En dos meses se montó una línea de manufactura de alta calidad que comenzó a producir el Avifavir.
En mayo la droga recibió un certificado de registro del Ministerio de Sanidad de Rusia, con lo que la convirtió en el primer medicamento del mundo basado en Favipiravir aprobado para el tratamiento de la COVID-19.
Cinco semanas después, el 7 de julio, la Asociación Chilena de Farmacias Populares logra la representación exclusiva del Avifavir para el país sudamericano.
«El valor de lograr este acuerdo tiene que ver con poder ofrecer herramientas para que nuestro pueblo no siga muriendo, básicamente. Dicho de manera corta y cruda, esa es la situación que más nos aproblema y que más le da valor a este acuerdo, de ser los primeros que hemos propuesto algún medicamento para tratar esta pandemia», recalca Moraga.
«Al mismo tiempo creo que este acuerdo podría dar un buen inicio a la colaboración entre Rusia y Chile en el área farmacéutica. Rusia podría ofrecer al mercado chileno muchos otros fármacos y productos para la salud. Entre otros podríamos ofrecer test-laboratorios para el COVID 19», destaca Tatiana Mashkova.
Por su parte, el Ministerio de Salud de Chile señaló que estaba analizando el medicamento y que están en conocimiento del acuerdo logrado por la asociación. Sin embargo, para que pueda concretarse su llegada primero debe ser registrada en el Instituto de Salud Pública.
«Todos los medicamentos que quieran ser entregados, usados, vendidos o donados tienen que tener una autorización del Instituto de Salud Pública, como se lo hemos dicho al alcalde Jadue y él lo ha entendido muy bien», planteó el ministro de Salud Enrique Paris, al ser consultado en por la prensa en el balance diario sobre el coronavirus.Respecto a este punto el edil de Recoleta señaló que al momento de representar el producto «estamos generando la coordinación con la autoridad sanitaria para obtener un permiso especial de internación para fines tanto de estudios como de aplicación experimental».
Además anticipa que después deben hacer todo el procedimiento de registro regular del medicamento para que sea utilizado y prescrito por los médicos en Chile.
La idea, según los representantes de la ACHIFARP, es que se utilice en los hospitales del sistema público en forma gratuita, no que se venda en farmacia ni haya un precio de por medio. Advierten que en caso de que haya algún otro ente que desee obtener el medicamento, la propia ACHFP limitará las ganancias que puedan obtener.
Hoy son muchos los países latinoamericanos que han solicitado acceso al antiviral registrado en Rusia, entre ellos Colombia, Argentina, México y Paraguay. De hecho ya se realizó una teleconferencia con países de Latinoamérica y el caribe el 10 de julio, y ya existe un convenio firmado con Brasil, detalló Tamara Mashkova.El alcalde de Recoleta confía en la pronta llegada del Avifavir a Chile, más de las necesarias autorizaciones y reservas frente a su uso, porque detrás de este acuerdo hay un bien mayor:
«El único objetivo que nosotros buscamos y los resultados que nosotros buscamos son disminuir la cantidad de muertes y tratar de salvar vidas y al mismo tiempo evitar el colapso del sistema de salud nacional en sus distintos niveles, con el objetivo también de ayudar a superar esta pandemia en el ámbito de lo local y de lo nacional» concluye Daniel Jadue.
Por Carolina Trejo – Licenciada en Historia y Comunicación Social y Periodismo. Ha sido periodista de investigación y realizadora en televisión durante los últimos 20 años. Comenzó en 1997 en el programa de reportajes con más antigüedad de la televisión pública chilena, Informe Especial y luego se incorporó al área de reportajes de Canal 13, donde ejerció de directora, editora y guionista en diferentes proyectos documentales. Ha recibido premios del Consejo Nacional de Televisión de Chile, fue finalista del Premio Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo en 2014. Actualmente es corresponsal de Sputnik en Chile y académica de la Escuela de Periodismo de La Universidad de Chile y la Universidad de Santiago.