Mientras que ciertos medios y expertos occidentales recibieron el registro de la primera vacuna rusa contra el COVID-19 con una oleada de críticas, otros especialistas extranjeros elogiaron el logro de los científicos rusos y destacaron la ventajas de Sputnik V.
«Lo primero que debo decir a los científicos rusos y a los profesionales de la salud rusos es ¡bravo!», subrayó Polina Stepensky, presidenta del Departamento de Trasplante de Médula Ósea y de Inmunoterapia contra el Cáncer del hospital Hadassah de Israel.
La especialista, citada por The Jerusalem Post, «entiende perfectamente» y aprueba «absolutamente la tecnología y el enfoque científico» de los desarrolladores de la vacuna Sputnik V. Stepensky agregó que «han hecho un verdadero avance en la ciencia y en la medicina» y agradeció a los científicos rusos.
«Como médica y como científica, creo que han desarrollado una cosa realmente maravillosa», dijo la experta y señaló que ella misma estaría dispuesta a recibir una inyección de la vacuna.
A su vez, el director del Instituto de enfermedades respiratorias de Guangzhou, Zhong Nanshan, dio una «alta valuación» a la vacuna contra COVID-19 desarrollada por el Centro Gamaleya y felicitó al país con motivo del registro estatal del fármaco.
«La vacuna adenoviral rusa es segura y debería completar con éxito los ensayos clínicos», opinó el experto chino.
En EEUU, también suenan opiniones positivas sobre Sputnik V.
«Por lo que he visto, es quizás la plataforma más prometedora«, comentó Hildegund Ertl, profesor del Centro de vacunación e inmunoterapia del Instituto Wistar de Filadelfia, EEUU, en referencia al uso de adenovirus humano en la vacuna rusa.
Por su parte, Ian Jones, profesor de virología en la Universidad de Reading, el Reino Unido, observó que «hay suficientes datos generales sobre las vacunas basadas en adenovirus recombinantes para suponer que la propia vacuna será segura en las dosis habituales», dice BusinessLive.
«Una vez que se resuelva el problema de la eficacia, el costo será una cuestión importante. Y creo que en ambos casos, la vacuna rusa pasaría la prueba», comentó a Sputnik Ashwani Mahajan, cocoordinador de la organización política y cultural Swadeshi Jagran Manch en la India.
El 11 de agosto, el Ministerio de Salud de Rusia anunció el registro de la primera vacuna contra el COVID-19 en el mundo. Fue diseñada por el Centro ruso de Epidemiología y Microbiología Gamaleya. El nombre comercial del fármaco es Sputnik V, por analogía con el primer satélite artificial lanzado a la órbita por la URSS en 1957.
Más de una veintena de países ya se han asegurado 1.000 millones de dosis de Sputnik V, según destacó el Fondo Ruso de Inversión Directa (RFPI, por sus siglas en ruso), entidad que financió el desarrollo de la vacuna.
El director del fondo, Kiril Dmítriev, comentó que Rusia acordó producir la vacuna en cinco países con capacidades para producir 500 millones de dosis al año.