Un nuevo estudio sugiere que el agua de nuestro planeta proviene de materiales que estaban presentes en el sistema solar interior en el momento en que la Tierra se formó. Hasta ahora se creía que el líquido se había transportado a nuestro planeta en cometas o asteroides lejanos.
En el marco de la investigación, el grupo de científicos determinó que un tipo de meteoritos llamados condritas de enstatita contiene suficiente hidrógeno como para proporcionar al menos tres veces —y probablemente mucho más— la cantidad de agua contenida en los océanos de la Tierra.
Estos meteoritos están compuestos enteramente de materiales del sistema solar interior, es decir, están hechos esencialmente de las mismas cosas que originalmente componían la Tierra.
Los hallazgos son sorprendentes porque se suele presumir que los componentes básicos de la Tierra eran secos y que el agua llegó posteriormente en cometas o asteroides oriundos del sistema solar exterior.
«Nuestro descubrimiento muestra que los bloques de construcción de la Tierra podrían haber contribuido significativamente al agua de la Tierra. Materiales que contienen hidrógeno estaban presentes en el sistema solar interior en el momento de la formación del planeta rocoso, a pesar de que las temperaturas eran demasiado altas para que el agua se condensara», explicó Laurette Piani, autora principal del estudio, citada por ScienceDaily.
La investigación sugiere, además, que las condritas de enstatita son la fuente de una gran cantidad del nitrógeno atmosférico, el componente más abundante de la atmósfera de nuestro planeta.