Alrededor del mundo las mujeres debieron luchar y esperar mucho tiempo para adquirir los derechos que hoy parecen obviedades. El caso de Uruguay es representativo y pionero de varios de estos. Por ello, Sputnik hizo un mapeo histórico de algunos de los avances en derecho femenino más importantes en la región.
La mujer como sujeto de derecho hoy parece un tema cerrado. Sin embargo, hasta hace no tanto tiempo atrás, la mujer no tenía acceso a la educación, a la potestad de divorciarse por decisión propia y mucho menos al voto.
Aún hoy el derecho a la interrupción del embarazo continúa siendo un espacio de disputa en la mayoría de los países de América Latina, y la mujer tiene derecho a realizarse un aborto de manera legal solo en Cuba, Uruguay y en México únicamente en Oaxaca y la Ciudad de México. Pero ¿cuál es la historia de los derechos de la mujer latinoamericanos?
- Uruguay
El caso uruguayo es de los más representativos de la región. Durante la segunda década del siglo XX, bajo el Gobierno de José Luis Batlle y Ordóñez (1903-1907, 1911-1915) se promulgó la ley de divorcio unilateral sin expresión de causa, que permitió a las mujeres divorciarse por voluntad propia con o sin el aval de sus esposos. Durante su Gobierno, también, se produjo la secularización del Estado (1917).
Fue también en Uruguay que la mujer votó por primera vez, de forma colectiva y avalada por las autoridades, en América del Sur, el 3 de julio de 1927, cuando por medio de un plebiscito debió decidirse a cuál de los tres departamentos pertenecía la localidad de Cerro Chato (centro), que se encuentra en la intersección de los tres. Como una excepción a la legislación vigente, el Gobierno permitió votar a todos los habitantes de la localidad, hombres y mujeres.
Fue en 1932, sin embargo, que las mujeres obtuvieron el derecho al voto, el que ejercieron por primera vez en 1938 en las elecciones presidenciales que dieron como ganador a Alfredo Baldomir (1938-1942), tras un periodo dictatorial a manos de Gabriel Terra (1933-1938).
El 18 de septiembre de 1946, finalmente, se promulgó la ley 10.783 de Derechos Civiles de la Mujer en Uruguay, bajo la Presidencia de Juan José de Amézaga (1943-1947), que en su primer artículo se consagra la igualdad de derechos civiles entre el hombre y la mujer.
- Ecuador
Tres años antes de que las mujeres de Cerro Chato en Uruguay fueran habilitadas para votar en el plebiscito local, una mujer en Ecuador desafió a las autoridades y logró votar en las elecciones legislativas de 1924.
Se trata de Matilde Hidalgo de Procel (1889-1974), la primera mujer en graduarse de una escuela secundaria y en recibirse de médica en el país. En 1924, cuando se abrieron los registros de empadronamiento para las elecciones legislativas de Ecuador, pidió que la empadronaran. Al principio, los funcionarios no se lo permitieron, pero Hidalgo apeló a que la redacción de la Constitución se lo permitía.
«Para poder ejercer el derecho al voto el único requisito es ser mayor de 21 años y saber leer y escribir», citó. Tras ser elevada al Consejo de Estado, su solicitud fue aprobada y
le permitieron votar. Fue la primera y única mujer en su país que lo hizo en esa oportunidad.
Recién en 1929 el sufragio femenino se permitió en Ecuador, pero solo para las mujeres que pudieran demostrar tener facultades para hacerlo. El derecho a voto para todas sin restricciones no fue otorgado hasta 1967.
- Puerto Rico
En 1929 las mujeres alfabetizadas obtuvieron el voto también en Puerto Rico. Junto con Ecuador fueron los primeros países de América Latina en obtener este derecho. Fue durante las elecciones de 1932 cuando pudieron ejercerlo por primera vez.
«Luego de más de dos décadas de intensa actividad en pos de una mayor participación en los procesos políticos del país, las mujeres puertorriqueñas por fin lograron que se les reconociera su derecho al voto. ‘Ya me puedo morir, porque ya he votado’ fueron las palabras de Ana Roqué de Duprey al salir de emitir su primer voto durante las elecciones de 1932. Irónicamente, a los 82 años y atada a un sillón de ruedas, la líder sufragista murió sin enterarse de que, por razones técnicas, ese primer voto tuvo que ser anulado», se relata en el libro La lucha por el sufragio femenino en Puerto Rico 1896-1935, de María de Fátima Barceló Miller.
En 1935, finalmente, se aprobó la Ley del sufragio universal. «Se reconoció así el derecho al sufragio universal sin discriminación por razón de sexo y sin limitaciones relacionadas a saber leer o escribir», se explica en la Revista Jurídica de Puerto Rico.
- Yucatán, México
Aunque México fue uno de los últimos países de América Latina en aprobar el sufragio femenino, en 1953, más de 30 años antes en Yucatán se hizo la diferencia. La protagonista fue la yucateca Elvia Carrillo Puerto (1878-1967), una de las principales referentes del feminismo mexicano.
Trabajó como maestra rural y en 1912 fundó la primera organización femenina de campesinos en México. Se dedicó a organizar grupos feministas en el estado, a promover campañas de alfabetización, de higiene femenina y de control de la natalidad.
Fundó el Partido Socialista Obrero de Yucatán junto a su hermano Felipe Carrillo Puerto. Cuando este fue electo gobernador del estado en 1922, permitió a las mujeres votar y participar en política.
Fue ese año que Elvia Carrillo Puerto, Beatriz Peniche de Ponce y Raquel Dzib Cicero fueron electas diputadas del Congreso de Yucatán. Se convirtieron en las primeras mujeres mexicanas en asumir un cargo de representación popular.
Algunos de los últimos países en otorgar el derecho al voto femenino en América Latina fueron Colombia (1954), Honduras, Nicaragua y Perú (1955), y Paraguay (1961).