SANTIAGO – La Vicepresidenta de la Mujer de la Democracia Cristiana, Camila Avilés, señaló hoy que «resulta complejo que a un año del estallido social, aún las demandas más mínimas no están satisfechas, y que se mantienen las brechas como la desigualdad salarial, la falta de apoyo a mujeres que sufren la violencia, o incluso, no hay normas extendidas en los distintos partidos políticos para que -por ejemplo- quienes no paguen pensiones de alimentos, tengan el impedimento en ser candidatos»
«Resulta frustrante que a pesar de que ya pasó un año desde el estallido social y del mensaje claro y mundial de Las Tesis, y mucho tiempo desde que millones de mujeres nos movilizamos en marzo de este año, aún no tengamos una agenda legislativa de reparación, ni la voluntad política para nivelar la cancha. Las mujeres aún ganamos en Chile un 30% menos que los hombres y por las mismas labores. Las diputadas sólo constituyen un 22,6% del total del parlamento, y las alcaldesas sólo alcanzan a un 11%. Ello, porque fundamentalmente no existen los incentivos necesarios para cambiar esta realidad, a pesar de la paridad constituyente que es lo único en concreto que conseguimos. ¿Qué más se necesita para que esto sea urgente ¿un estallido 2.0? Las injusticias por más que se oculten, siempre permanecen en el tiempo, indicó Avilés.
En esta misma línea, la Vicepresidenta DC recordó que «hay asuntos que podrían significar una gran señal para las mujeres de Chile, como por ejemplo, que todos los partidos acuerden hoy inhabilidades sobre los candidatos a constituyentes, gobernadores, alcaldes y concejales. Si ya muchos avanzamos en que no existan competidores vinculados a violencia física o psicológica, los emplazo a que acordemos que no exista ninguna carta que tenga deudas por pensiones alimenticias. Eso significaría que las niñas y niños están primero y que las mujeres son respetadas en lo más mínimo»
Un Gobierno frío y distante con las mujeres
Por otra parte, Avilés aseguró que «el estallido del 18 de octubre demostró el desagrado y cansancio que produce este sistema. Y la pandemia nos puso a prueba aún más a vivir de forma más extrema. Según datos de la Subsecretaría de la Prevención del Delito, un 38,8% de las mujeres entre 15 y 49 años sufre de violencia física, psicológica y sexual por parte de su pareja, y aún así no vimos política alguna de resguardo para las mujeres por parte del Ministerio de la Mujer. ¿Aumentaron el número de casas de acogida? No. Para nada. Al contrario, el Estado se desentendió de la labor de resguardo, por lo tanto, miles de mujeres deben soportar hasta el día de hoy el estar insertas en un ambiente violento sin ninguna posibilidad. ¿Cómo es eso posible?
Además, la Vicepresidenta DC recordó que «debimos enfrentar a un Gobierno que no quería como solución el postnatal de emergencia y que prefería enviar a las madres recientes a sus trabajos aunque eso significara contagiar a recién nacidos. Por lo que hoy queda claro que el Gobierno de Sebastián Piñera no tiene agenda para las mujeres ni le interesa que a futuro haya ninguna. Es una administración machista donde no existen ministras de peso o en carteras de importancia. Sólo son un mero adorno o son cambiadas de rol, como quien cambia un mero engranaje funcional».
Finalmente, Camila Avilés recordó que «por más que dilaten los cambios, la política de forma transversal está en deuda con todas nosotras. Por esta razón, llamo en primer lugar a mi sector -la oposición- a acordar una agenda mínima de cambios futuros en cuanto a salario, protección de las madres recientes y violencia. Y reitero mi llamado a que todas las fuerzas políticas hagan suyas las inhabilidades por no pago de pensiones. Es hora de saldar las deudas. Los estallidos no son una demostración de irresponsabilidad infantil, sino la demostración de un cansancio que no cesará hasta que haya reparación»