Manifestantes toman las calles de Santiago antes del plebiscito nacional chileno que se celebrará de manera anticipada el 25 de octubre.
Por socio Informativo – Radio Plaza de la Dignidad en vivo:
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SANTIAGO – El país se ve sacudido por una ola de masivas protestas que se han propagado por todas las regiones del país y que se consideran los más graves de las últimas décadas. El aumento de la tarifa del sistema público de transporte, que entró en vigor el 6 de octubre de 2019, fue el detonante de estas manifestaciones. Las protestas lograron parte de sus objetivos, ya que el alza del precio del pasaje metro fue suspendido por el presidente, Sebastián Piñera.
Sin embargo, las manifestaciones se convirtieron en un movimiento más amplio destinado a abordar el problema del aumento del costo de vida, de la reforma de las pensiones y del comportamiento de la policía durante las protestas a favor de la renuncia del mandatario.
Tras los disturbios, Piñera firmó un decreto convocando a un plebiscito constitucional el 26 de abril de 2020, para que los chilenos decidan si quieren una nueva Constitución y, en caso de su respuesta sea afirmativa, si será redactada por una comisión constitucional formada por los mismos ciudadanos o un comité mixto compuesto de los legisladores actuales y miembros electos.
El plebiscito fue aplazado para el 25 de octubre de 2020, debido a la pandemia de coronavirus que azota Chile.
Se esperaba que el mismo 18 de octubre Pinera pronunciaría un discurso para conmemorar el inicio del movimiento social e indicar los pasos tomados por el Gobierno para satisfacer las demandas de los manifestantes.
Además, el 18 de octubre de 2020 se cumple un año desde que estallaron las protestas más graves desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet.
El proceso constituyente que comenzará con el plebiscito ciudadano es una de las principales demandas ciudadanas desde que comenzó la crisis social en Chile en octubre de 2019 y busca reemplazar la actual carta magna redactada en 1980 por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
La decisión de reprogramar las votaciones fue aprobada inmediatamente por el Servicio Electoral (Servel), cuyos consejeros actuaron de acuerdo con los partidos políticos.